Francovich.

Francovich.

Diana González Ossio

Su paso rumoroso todavía resuena en las callejas de casonas caleadas y en las últimas hojas de los álamos anidan sus postreros suspiros, y quizá porque vivió en un siglo fulgurante, apasionado e inmenso, nació en 1.901 y se fue en 1.991, su vida y sus pensamientos son candil al que no le arrebatan su fulgor, las sombras de la incordura en este otro siglotan lleno de zozobras, tan débil y tan ajeno a su pensamiento demoledor.
Guillermo Francovich, frágil como alondra y como alondra perspicaz y amante apasionada de los rocíos, despuntaba con el alba a esas rutinas que tanto amaba: su mesa y sus libros, su pluma y sus escritos que luego fueron carne y hueso de la mejor y mayor obra legada a su país “El pensamiento boliviano en el siglo XX”.Francovich, ojitos escrutadores. Francovich amante de leer y adentrarse en los vericuetos de las historias de las civilizaciones. Francovich reverente seguidor de las ideas, se propone ver más allá de lo que sus espejuelos se lo permiten y ausculta con su razón y su corazón también las entrañas de un país al que intensamente ama y al que además necesita comprender en su abrumadora intensidad.
Lee ymasculla la historia, la piensa y la siente; rasga los movimientos sociales y afiebrado, sopesa las revoluciones y ve venir a redoble de masas frenéticas de lo que más tarde se llamará el alarido de la Justicia social, al posible cambio. Reafirmando que los historiadores que han estudiado el pasado político y económico del país, incluso las manifestaciones de su arte y de su literatura, no hanconsagrado atención alguna a las expresiones del pensamiento especulativo y a los movimientos de ideas; aunque al interior sabe que los historiadores transitan el camino que trazaron sus solas circunstancias y las percepciones que ellos escriben, delineando los intereses personales, las ambiciones y las vanidades, la ignorancia y el capricho de los hombres que intervinieron en esa escritura, a lalarga no son sino un recuento lineal, dependiente del estado de gracia del que escribió. Entiende sin embargo también que, la vida política de Bolivia, esa vorágine exasperante de revueltas, motines, sediciones en su frenesí, parece ciertamente no dar lugar a un contenido en ella de ideas, principios y normas superiores que orienten al país y le permitan seguir la marcha de la humanidad renovándose através del tiempo, por ello se permite especular y dar su tiempo a cernir la filosofía de la narración simplista y porque sus ojos tan claros como el cielo invernal de este Sucre que tanto ama, le permiten mirar más allá, no claudica y cercano a la plaza de los gomeros, en la universidad de la que es Rector escribe sobre la historia de las ideas.

El positivismo es el primer ismo sobre el queFrancovich asienta, este, novedoso en las prácticas políticas, positivo con la ciencia experimental que asume la dirección de la conciencia; presupone una interpretación distinta de la historia que incita a la modificación de las instituciones desde las ciencias transformadoras del mundo, proponía que la naturaleza se sometiese a los designios humanos, abría perspectivas inmensas y traía bajo lamanga una visión de progreso ilimitado, pero además era un alimento cultural de poca exigencia cultural. Su simplicidad, a veces ingenua en sus afirmaciones, la hacía fácilmente asimilable aún por los espíritus menos habituados a la complejidad del pensamiento filosófico, predisponiendo pese a ello a las beligerancias con las concepciones religiosas consideradas formas arcaicas de la mentalidadhumana, destinada por lo mismo a desaparecer. Es por ello el naturalismo directamente vinculado al positivismo, el que traza las líneas de la revolución estética en que la Libertad se escribe con mayúsculas y es enemiga de los excesos del poder que la ahogan fingiendo protegerla y a la que llamamos tiranía y a los actos personales o sociales que la deshonran con el abuso a pretexto de servirla y...