Franskestein

CATOLICISMO Y TRABAJO FEMENINO A PRINCIPIOS DEL SIGLO XX:
REPRESENTACIONES DE GÉNERO SOBRE EL
MAGISTERIO EN LA PRENSA BAHIENSE
Lucía Bracamonte1
U.N.S.

A principios del siglo XX, el trabajo femenino asalariado constituye uno de los
tópicos integrantes de la denominada, de acuerdo con los cánones de la época,
“cuestión de la mujer”. Se trata de un asunto de debate a nivel internacional,que
tiene su correlato en la Argentina en el marco de los cambios producidos en la
condición femenina de la mano de la modernización.
Desde la óptica de los católicos, que adhieren a la teoría de la división de las
esferas públicas y privadas de acuerdo al sexo, el trabajo de las mujeres es algo
antinatural y debe ser suprimido. Sin embargo, si bien la inexistencia de la mujer
trabajadoraconstituiría a sus ojos la situación ideal, pues sustentan el modelo
femenino de domesticidad y maternidad, no pueden soslayar el hecho de que
muchas mujeres trabajan. Por lo tanto, optan por aceptar con cierta resignación
dicha situación, justificándola únicamente en los casos de necesidad de
subsistencia.
Esa visión es difundida a nivel periodístico en el sudoeste bonaerense, en el
contextode la conformación de un mercado de trabajo modernizado.
(Bracamonte, 2008) La creciente presencia de mujeres en el mismo conduce a los
católicos a evaluar las ocupaciones femeninas existentes, distinguiendo las
rechazables de las potencialmente aceptables. Precisamente, el objetivo de la
presente ponencia es identificar los argumentos a partir de los cuales realizan sus
evaluaciones conrespecto a una de ellas: el magisterio.
El análisis toma como soporte la prensa de tendencia católica que tiene
epicentro en Bahía Blanca y circula por su zona de influencia durante las tres
primeras décadas del siglo pasado, lapso de consolidación del modelo
agroexportador, del sistema estatal de educación y del periodismo religioso. Se
trata de las publicaciones El Mensajero, Bandera Blanca,Renovación, Un paso
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más y Arte y Trabajo.2 Mediante estos impresos, los cuadros católicos bahienses,
comprometidos con el catolicismo social, realizan una intervención cultural
peculiar en un campo periodístico que contiene, además, publicaciones liberales,
socialistas, anarquistas e independientes,órganos que en ocasiones dan lugar
también en sus páginas a la expresión del feminismo. Todas estas corrientes
reflexionan y debaten acerca de la condición de las mujeres en general y de las
trabajadoras en particular, incluyendo la figura de la maestra. Esta última es
significativa para la Iglesia, pues aúna dos problemas acuciantes para dicha
institución desde fines del siglo XIX: por un lado, eldel trabajo femenino extrafamiliar asalariado y, por el otro, el de la secularización de la enseñanza.
La conformación de un plantel magisterial compuesto mayoritariamente por
mujeres en la docencia de nivel primario en la Argentina ha sido caracterizado
como un tipo de proceso de feminización sin conflictos. Esto sucede cuando la
obligatoriedad escolar y la profesionalización de la tareadocente tienen lugar
paralelamente con la feminización, y los actores masculinos involucrados
concuerdan y apelan al ingreso de las mujeres a la práctica pedagógica
(Yannoulas, 1996:44-45). Paralelamente a la feminización en términos
cuantitativos (denominada feminilización), se produce una evolución en el mismo
sentido en el campo de las representaciones. En relación con esto se intentarádemostrar, a modo de hipótesis, que a) a pesar de los procesos de secularización,
las formulaciones católicas colaboran en la construcción del perfil laboral del
magisterio como misión femenina enraizada en la naturaleza maternal3, y b) que
si bien estas ideas no tienen en sí mismas la intención de subvertir las relaciones
de género, avalan mutaciones de signo moderno en la condición femenina,...