Fray Miguel F. Zavala Durante La Guerra Cristera

Un constructor de templos de piedras y almas así es considerado Fray Miguel F Zavala. En cinco ocasiones, durante 1927 y 1928, estuvo a punto de alcanzar la palma del martirio, pero se le cayó de lasmanos a causa de la divina protección y a sus ingeniosos ardides. El mismo día en que fue sacrificado el doctor López hacia la siete de la noche, irrumpió el pelotón de soldados de caballería,bajando al trote del rumbo de la Joya por la calle de Salazar y deteniéndose precisamente a la puerta de de la casa donde moraba Fray Miguel, a quien buscaban y quien acaba en esos momentos de confesar ydar la sagrada comunión a unos feligreses. Al darse cuenta del peligro, aseguro el Santisimo en un lugar camuflado, se quitó el hábito y, contra la opinión de todos los presentes, se dirigió a lapuerta y la abrió, oyéndose el siguiente diálogo entre el fraile y el capitán de la tropa:
C -¿No vive aquí el cura Miguel Zavala?
F –Parece que sí, pero según eso no asiste, porque yo lo ando buscandoy me dicen seguido que se va por los ranchos. Si gustan puede pasar a buscarlo.
Cinco soldados entraron con el jefe, adentro de la casa, hubo cateo, pero sin resultado alguno. Sin embargo, lleváronsecomo cuerpo del delito la túnica verdosa y remendada que el fraile había dejado hecha bola en una silla del recibidor. Y más tarde lamentándose:
F- Estos hermanos caranchos se llevaron mi tesoro, elúnico hábito que tenía de mi profesión religiosa.
Aquella misma noche, luego de que se escapó de los perseguidores, Fray Miguel dio vuelta al la izquierda por la avenida Morelos, en cuyo extremoestaba la casa de los familiares de P. Fr. Bardomiano Pantoja, quien estaba allí escondido, juntamente con el profesor Fr. Joaquín Álvarez Loé. El Sr. cura iba deprisa, con el fin de avisarle lapresencia de la tropa en la ciudad, cuando ésta le dio alcance unos veinte metros antes de llegar. Le intimaron el alto, diciéndole:
-Acompáñenos, a ver si encontramos en una de estas casas al cura Zavala...