freud duelo y melancolia
Introducció a la psicoanàlisi
Duelo y melancolía (S.Freud)
Vamos a intentar esclarecer la esencia de la melancolía, comparándola con el duelo, afecto normal
paralelo a ella.
Las múltiples analogías del cuadro general de la melancolía con el del duelo, justifican un estudio
paralelo de ambos estados. En aquellos casos en los que nos es posible llegar al descubrimiento delas causas por influencias ambientales que los han motivado, las hallamos también coincidentes. El
duelo es, por lo general, la reacción a la pérdida de un ser amado o de una abstracción
equivalente: la patria, la libertad, el ideal, etc. Bajo estas mismas influencias surge en algunas
personas, a las que por lo mismo atribuimos una predisposición morbosa, la melancolía en lugar
del duelo.La melancolía se caracteriza psíquicamente por un estado de ánimo profundamente doloroso, una
casación del interés por el mundo exterior, la pérdida de la capacidad de amar, la inhibición de
todas las funciones y la disminución de amor propio. Esta última se traduce en reproches y
acusaciones, de que el paciente se hace objeto a sí mismo, y puede llegar incluso a una delirante
espera decastigo. Este cuadro se nos hace mas inteligible cuando reflexionamos que el duelo
muestra también estos caracteres, a excepción de uno solo; la perturbación del amor propio. El
duelo intenso, reacción a la pérdida de un ser amado, integra el mismo doloroso estado de ánimo,
la cesación del interés por el mundo exterior, la pérdida de la capacidad de elegir un nuevo objeto
amoroso y al apartamiento detoda actividad no conectada con la memoria del ser querido.
Comprendemos que esta inhibición y restricción del yo es la expresión de su entrega total al duelo
que no deja nada para otros propósitos e intereses.
Aceptamos también el paralelo, a consecuencia del cual calificamos de doloroso el estado de
ánimo del duelo. ¿en que consiste la labor que el duelo lleva a cabo?. El examen de larealidad ha
mostrado que el objeto amado no existe ya y demanda que la líbido abandone todas sus ligaduras
con el mismo. Contra esta demanda surge una oposición naturalísima, pues sabemos que el
hombre no abandona gustoso ninguna de las posiciones de su líbido, aún cuando les haya
encontrado ya una sustitución. Lo normal es que el respeto a la realidad obtenga la victoria. Pero
su mandato no puedeser llevado a cabo inmediatamente, y solo es realizado de un modo
paulatino. Al final de la labor del duelo vuelve a quedar el yo libre y exento de toda inhibición.
Apliquemos ahora a la melancolía lo que del duelo hemos averiguado. Constituye también
evidentemente una reacción de pérdida de un objeto amado. Otras veces la pérdida es de
naturaleza más ideal.
En el duelo nos explicamos lainhibición y la falta de interés por la labor de duelo, que absorbe el
yo. La pérdida desconocida, causa de la melancolía, tendría también como consecuencia una labor
interna análoga, a la cual habríamos de atribuir la inhibición que tiene efecto en este estado. El
melancólico muestra, además, otro carácter que no hallamos en el duelo: una extraordinaria
disminución de su amor propio.
En lamelancolía es el yo lo que ofrece estos rasgos a la consideración del paciente. Este nos
describe su yo como indigno de toda estimación, incapaz de rendimiento valioso alguno
moralmente condenable. El cuadro de este delirio de empequeñecimiento (principalmente moral)
se completa con insomnios, rechazo a alimentarse y un sojuzgamiento del instinto, que fuerza a lo
animado a mantenerse en vida.Por último, comprobamos el echo singular de que el enfermo melancólico no se conduce tampoco
como un individuo normal, agobiado por los remordimientos. Carece, en efecto, de todo pudor
frente a los demás, sentimiento que caracteriza el remordimiento normal. En el melancólico
observamos el carácter contrario, o sea el deseo de comunicar a todo el mundo sus propios
defectos, como si en este...
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