Freud Y La Cocaína

Freud relación con la cocaína
En abril de 1977, la edición de los cinco artículos escritos por Freud entre 1884 y 1887 sobre la cocaína, realizada en Buenos Aires por primera vez en castellano, sufría las vicisitudes que el país padecía en la época. Si para el oscurantismo cultural instaurado a partir del golpe de Estado de 1976, el nombre de Freud era en sí mismo pasible de sospecha, resultabaa todas luces inconveniente vincularlo a una droga que insinuaba ya sus incidencias nefastas, dados los recursos económicos y las actividades delictivas asociados a su tráfico ilegal. Exponer, en ese contexto, la relación personal que mantuvo Freud con la coca durante casi doce años, y señalarlo como uno de los principales propagadores de su empleo en la Europa de fines de Siglo XIX, no podía sinoresultar perjudicial para el psicoanálisis y los propios psicoanalistas.
Entre el natural impulso a divulgar ese hasta entonces oscuro y mal conocido período de la prehistoria del psicoanálisis y el temor a las consecuencias de esa misma divulgación, el pequeño grupo Investigaciones Freudianas [del que en aquella época formábamos parte(1)] tomó a su cargo la compilación, traducción y elestablecimiento primario de los textos, encontrando una vía sintomática de resolución. El libro apareció, en una pequeña tirada de unos doscientos ejemplares, bajo el discreto título de "Sigmund Freud - Escritos Inéditos"(2). Sólo el rostro de un joven Freud en la tapa hacía referencia a la época de redacción de los artículos y, por ese medio indirecto, a su contenido. De manera semejante, lapresentación firmada por los integrantes del grupo comentando los escritos de Freud, y que debía servirles de introducción, fue ubicada a último momento al final, a manera de epílogo, sin que nada en el índice o en cualquier otra parte del libro permitiera distinguirlo de su cuerpo principal.
El título que elegimos para ese trabajo, "Un affaire freudiano", daba cuenta también de cierta incomodidad. Eltérmino affaire, de uso corriente en ese tiempo, y que ha perdido algo de su vigencia en la actualidad, se refiere tanto a un asunto amoroso (en el sentido de un romance fugaz, las más de las veces clandestino) como a cualquier asunto próximo de algo turbio, non sancto, ilegal.
Entendíamos así la entusiasta relación establecida por Freud con la coca en aquellos años iniciales de su práctica, como unaaventura apasionada y juvenil, incapaz de tomar en cuenta sus consecuencias, una especie de enamoramiento que duplicaba el flechazo experimentado por entonces por su prometida Martha, que domina el conjunto de la situación. Vale decir, un desvío respecto de lo que sería esperable de ese criterioso Freud que, hasta ese momento, había dado pruebas de un carácter riguroso y metódico en susinvestigaciones.
Nuestra conflictiva identificación con estos aspectos del asunto se traslucía también en la ubicación que ocuparon finalmente nuestros nombres, resultando prácticamente inhallables, relegados como quedaron en una breve lista al final del libro, detrás de las notas y las referencias bibliográficas, apenas un poco antes del índice general.
Sin embargo, a la distancia que permite adoptarlos veinte años transcurridos, la empresa puede considerarse exitosa, ya que esta primera edición en español de los escritos sobre la cocaína logró superar la censura y llegar a sus destinatarios, a juzgar por el rápido agotamiento de la tirada y la permanencia, tanto tiempo después, de algunos ejemplares en las bibliotecas de las asociaciones psicoanalíticas.
Poco más tarde, la muy completaedición preparada por Anagrama bajo el título "Escritos sobre la cocaína"(3), más cercano del original inglés ["Cocaïne papers"] encuentra hacia 1980 una realidad menos conflictiva. El libro es, no obstante, recibido fríamente, al abordar una cuestión que se prejuzga anecdótica, y no llega a tener repercusión en el medio local.
Se trata de un grueso volumen de más de cuatrocientas páginas,...