Freud y la cultura

Primera Parte:
Freud y la cultura


1) Freud y la Viena del 900
2) Iluminismo y Romanticismo
3) El mito del exilio
4) Los viajes
1) Freud y la Viena del 900

En las páginas que siguen analizaremos el contexto histórico, político y cultural de la capital del imperio austrohúngaro, Viena, la ciudad donde Freud vivió la mayor parte de su vida. Para tratar de reconstruir ese contextoescogimos figuras representativas de dicha ciudad y dividimos el escrito en dos partes; en la primera nos referiremos a Klimt y a Mahler, y en la segunda nos detendremos en Kraus y en Kafka. En cada momento tomaremos como hilo conductor los mitos que descubrimos en el trasfondo.
En ciertas áreas del conocimiento es posible prescindir del contexto del que emergen de las ideas que constituyen un saber,una disciplina. Algunos pensadores aseguran que el contexto sociocultural en el que se elaboró un teorema es indiferente a la hora de intentar entenderlo. Sin embargo, hay otras áreas del conocimiento, como las humanidades, en las que esa prescindencia no es posible. Coincidimos con Janik y Toulmin, que afirman: “Aquellos que ignoran el contexto en que se hallan las ideas están destinados a malentenderlas”1. Este es el motivo por el cual en las páginas que siguen procuraremos reconstruir el espacio social, cultural e histórico en el cual Freud construyó desarrolló su pensamiento.
La contradicción marcó a Viena, puesto que, en cuanto capital del imperio Habsburgo, crecía y florecía culturalmente al tiempo que el imperio comenzaba su disolución2. Confirma Lo describe crudamente BrunoBettelheim: “la decadencia de los Habsburgo y de su imperio –al que la cuidad debía su vida y, sobre todo, su razón de ser- tuvo lugar en el mismo momento en que Viena alcanzaba el punto culminante de su cultura”3, afirma. La Viena de los Habsburgo fue el último bastión de la majestuosidad del imperio; tanto sus valses como sus famosas fiestas y veladas recorren las páginas de la historia. Pero laadversidad no le era ajena. Janik y Toulmin la describen como una ciudad de ensueño en la que era difícil el diario vivir. La escasez de vivienda y la deteriorada economía4 eran algunos de los inconvenientes. Para sobrevivir, las familias debían alquilar las habitaciones sobrantes de las casas, e inclusive, a veces, hasta las camas. Algunas mujeres se prostituían por un espacio para dormir. Losproblemas de hacinamiento eran graves y, además, las viviendas de la clase trabajadora no tenían calefacción. Ernest Jones, biógrafo y discípulo de Freud, cuenta que a la hora de escribir, en su estudio, Freud se abrigaba generosamente e, incluso, utilizaba guantes.
Por otro lado, la crisis económica llevó a aumentar las horas de trabajo y las jornadas laborales. El ejemplo histórico clásico es el delgrupo conocido como los “ladrilleros” de Wieneberg,
un conjunto de hombres de Moravia y de Bohemia que trabajaban en las más aberrantes condiciones de explotación.
Los salarios eran muy bajos y, en ocasiones, la paga se hacía con vales de los que el patrón también sacaba provecho5. Los sueldos de los adultos no alcanzaban para cubrir las necesidades básicas de las familias, y entonces seempleó niños en las fábricas. Bruno Bettelheim narra una anécdota que pinta la paradójica vida en la Viena del 900: en 1873 se intentó realizar una exposición universal para “atraer sobre Viena la admiración del resto del mundo”6; sin embargo, aunque la exposición produjo los efectos esperados –atraer la atención del mundo- no se lograron los efectos financieros que se suponía traería aparejados. Estocondujo a fuertes especulaciones en la Bolsa y que, a los pocos días, estallara un crack financiero a escala mundial. La conjunción de pobreza y majestuosidad parecía ser el destino del ciudadano vienés.
También podemos acercarnos a la Viena del 900 a partir de los discursos que la habitaron. Venero de múltiples discursividades –nazismo sionismo, liberalismo, conservadurismo-, la ciudad...