Freud

Esta sexualidad infantil es calificada por Freud como perverso-polimorfa: perversa, no porque lo sea en sí, ya que es normal en la primera infancia, sino porque su forma de expresión es semejante a las perversiones de los adultos; y polimorfa, por las múltiples formas a través de las cuales tiende a satisfacerse, cada una de ellas independientemen-te de la otra. Alrededor de los 5 años, laoposición establecida entre los intentos de acti-vidad sexual por parte del niño y los límites impuestos por el adulto culmina cuando se plantea, como problema a resolver, el de la diferencia de los sexos; este problema se hace particularmente agudo cuando los genitales comienzan a ser fuente predominante de estímulos erógenos. La diferencia de sexos no puede aún ser conceptualizada como tal, o sea comosexos diferentes con funciones diferentes en el acto de la procreación, sino lo que les llama la atención es la posesión o carencia de ese órgano visible que es el
pene. La falta del mismo no es pensada como una diferencia orgánica o biológicamente dada sino como algo que la niña tenía y de la que se le despojó como castigo por su masturbación y/o actos sexuales: esto significa que a él tambiénle puede pasar lo mis-mo. Sucumbe así el niño a la angustia de castración que lo lleva a renunciar a sus de-seos infantiles, con lo que culmina en este punto el primer brote de la psicosexualidad y entra así el niño en lo que Freud llamó el período de latencia de la sexualidad; en el caso de la niña que, desde esta perspectiva, no puede temer a la castración, ya que ella lo estaría ya, elequivalente a ésta es la amenaza de la pérdida de amor por parte de los padres, lo que lleva, aunque en forma menos drástica que en el niño, al abandono de los deseos sexuales infantiles.
Con la iniciación del período de latencia, que tiene lugar alrededor de los 5 años, quedan relativamente amortiguados los deseos sexuales infantiles, se produce un olvido de las experiencias que tuvieron lugar en esosaños y los impulsos sexuales abandonan sus metas directamente sexuales para desplazarse a otras socialmente admitidas: la cu-riosidad sexual se va a desplegar a otros campos, hacia otros objetos de conocimiento, se desarrolla el interés por la investigación (que debería ser adecuadamente explotado por la escuela), su actividad corporal se dirige hacia juegos compartidos en los que el componenteerótico, sin desaparecer, pasa a segundo plano; este proceso de desviación de las metas sexuales a otras culturalmente aceptadas es el llamado por Freud proceso de sublimación, base de toda actividad científica, artística y, en el caso que nos interesa aquí, también deportiva. Se establece en el período de latencia la posibilidad de una acti-vidad socializada con el consiguiente respeto de lasnormas implicadas en dicha activi-dad. Los intereses de los varones se separan más netamente que antes de los de las niñas, predominando los juegos entre chicos del mismo sexo, proceso a través del cual se va afirmando la ulterior identidad sexual. En resumen, predomina en este período, que se extiende entre los 5 y los 10 u 11 años aproximadamente, la posibilidad del control y adecuación a lasociedad, de los propios impulsos: la riqueza polimorfa presente en los primeros años va dando lugar a un predominio del orden, de la escrupulosidad, a la apa-rición de sentimientos de vergüenza, compasión, al establecimiento de la moral, todo lo cual va constituyendo diques contra los primeros impulsos pregenitales e incestuosos.
Este orden establecido se ve amenazado por el proceso de cambio que seprodu-ce en la pubertad provocado por el crecimiento del cuerpo y en particular por el desarrollo de los caracteres sexuales secundarios. Estos cambios corporales exigen una necesaria modificación en la relación del púber con el propio cuerpo; es un cuerpo que en principio le resulta extraño. Tiene que hacerse cargo, apropiarse de los cambios en su propio cuerpo en su relación con el espacio y...