freud
ANALISIS DE UN CASO DE NEUROSIS OBSESIVA*
(«CASO EL HOMBRE DE LAS RATAS»)
1909
AS
lNTRODUCCION
páginas que siguen contienen dos cosas : en primer lugar, datos frag
mentarios del hi storial clínico de un caso de neurosi s obsesiva, que por
su duración y sus consecuencias, y según mi apreciación subjetiva,
debe ser incluido entre los de cierta gravedad y cuyo tratamiento, prolongado a través de un año entero, consiguió reconstruir completamente la per
sonalidad y suprimi r las inhi biciones. Y en segundo, enlazadas a este caso y a
otros anteriormente analizados, algunas observaciones aforísticas sobre la gé
nesis y el mecanismo de los procesos anímicos obsesivos, destinadas a continuar
y ampliar mi s primeros estudios sobre la materia, publicados en el año1896 822.
Creo i ndispensable justificar tal índice para que no se suponga que consi dero
perfecta y digna de imi taci ó n semej ante exposición fragmentaria de un caso
clínico cuando en realidad me es impuesta por consideraciones extrínsecas e
intrínsecas y habria sido, desde luego , más explícito si hubiera podido. Pero no
me es posible comunicar el historial completo del tratamiento , porqueello me
obligaría a revelar en detalle las circunstancias personales de mi paciente. La
atención importuna que toda una gran ciudad dedica a mi activi dad médica, me
impide desarrollar una exposición exacta y minuciosa, y por otro lado, las defor
maciones con las cuales suele intentarse olvidar tal inconveniente me han pare
cido siempre tan inadecuadas como rechazables. Limitadas, noconsiguen su
objeto de proteger al paciente de l a curiosidad indi screta, y s i l a s llevamos más
allá, cuestan demasiado caras, pues hacen imposible la comprensión del caso
hurtando al conocimi ento del lector relaciones fundamentales enlazadas preci
samente a las pequeñas realidades de la vida del enfermo . Resulta, pues, paradó
jicamente más lícito dar publi cidad a los más íntimos secretosde un paciente,
por los cuales n o es fácil identificarle, que a las circunstancias más inocentes y
triviales de su personalidad, de todos conocidas y que le descubrirán en el acto.
Justificada así la i ngrata mutilación de los histori ales del enfermo y de su tra
tami ento , el hecho de que mi exposición aparezca limitada a resultados fraccio-
L
*
Bcmerkungen iiber e in en fa/1 von:::lnmgsneurost-',
en alemán el original. Jb. psychoanal. psychopath
.357-4:::' 1 , 1909. Frcud inició el análisis de
este ca'-'P �1 l de octubre de 1907. S i bien dio cuenta de
a::.pectos parciales del historial en repetidas oportun1l'm.lin que sepamos de dónde procede, una oposici ó n a tal deseo , pues un afecto
penoso acompaña regularmente l a aparici ó n del mismo 827. En la vidaanímica
del pequeño voluptuoso hay un conflicto . Junto al deseo obsesivo exi ste un temor
obsesivo íntimamente enlazado a él . Siempre que el sujeto piensa algo relacionado
con su deseo, surge en él el tem o r de que va a suceder algo terrible, y este algo
reviste ya una indeterminación característica concomi tante siempre a las maní
testaciones de la neurosi s . Pero en el ni ño no es difícildescubri r l o que tal i nde
terminaci ó n encubre . Si conseguimos encontrar un detalle en el que se haya con
cent rado alguna de las vagas generalidades de la neurosi s obsesiva, podremos
estar seguros de que tal detalle encierra el elemento original y auténtico que
debía ser encubierto por l a generalización. El temor obsesivo era , pues, en este
caso, reconstruido según su sentido, el siguiente : «Si tengo el deseo de ver des
nuda a una mujer, mi padre mori rá . » El afecto penoso toma clar amente un
matiz inquietante y supersticioso y da ya origen a impulsos tendentes a hacer
algo para alejar la desgracia, tales como se impondrán luego en las ulteriores
medidas de protección.
Hallamos, pues, un i nstinto erótico y una rebelión contra é l mismo, un deseo
(no obsesivo...
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