frontera del virreinato En los primeros años posteriores a la revolución


En los primeros años posteriores a la revolución, la frontera criollo-indígena no estuvo marcada solamente por una línea sino que se diferenciaba por su forma de vida y sus costumbres.
El tipo de vivienda característico del lugar eran los ranchos, estos estaban construidos con paja y constaban solo con dos ambientes (el dormitorio y la cocina). Tenían forma cuadrangular y techo a dos aguas. Seconstruía con paredes de palo a pique, con kepes o simple tierra apisonada.
En el interior podía encontrarse una chocolatera para calentar agua, la cama hecha con cuatro palos amarrados a cuatro estacas y un cuero de vaca por encima. (Félix de Azara, 1998)1.
Otras fuentes hablan de un mobiliario escaso y miserable: catres, alguna mesa pequeña y un par de sillas baratas.
La vida en estos ranchosestaba caracterizada por el hacinamiento y la falta de intimidad. Esta última se mostraba también en las viviendas más humildes, donde todos los comensales compartían la misma cuchara, el mismo vaso de vino y jarro de agua. (Parchappe, 1977)2. Las prácticas comunitarias incluían el mate y el asado.
Otra constante en la frontera eran los fortines, que aparecieron a partir de la década de 1730 comoconsecuencia de los grandes malones.
Casi desde que se estableció la vida militar en la frontera adquirió las características que la definirían para siempre: miseria extrema, precariedad y una vida cotidiana muy dura, donde lo público y lo privado era imposible de separar.
El fortín era la expresión más clara de una vida llena de privaciones. Estaban mal abastecidos de armas, uniformes ymuniciones, los soldados debían pagar sus propios uniformes por lo cual era normal que soldados y oficiales vistieran de civiles.
Las pagas llegaban muy atrasadas y cuando llegaban se les entregaba solo una parte de lo adeudado.
Apenas cobraban los militares corrían a emborracharse y comprar ropas y perfumes para sus mujeres, y todo el sueldo quedaba en la pulpería ya que los pulperos vendían sus productosa precios exorbitantes.
“En la década de 1870 los soldados recibían un racionamiento de carne, galleta, y, según la letra rara vez cumplida, arroz y legumbres, pero en general predominaba la carne”. (Ebelot, 1968)3.
Se carneaba reses para aprovisionar a los fortines, pero rara vez alcanzaba, así que los soldados se abastecían mediante la caza de avestruces, mulitas o gamas.
Como entretenimientoera común el juego de cartas entre soldados y oficiales, además jugaban al palo enjabonado, carrera de caballos y a veces, al carnaval.
Armaignac, (1947)4, menciona como el evento más importante al baile, donde los soldados sacaban a bailar a sus mujeres.
Otro personaje inconfundible de la frontera era la “fortinera”. Ebelot, (1961)5, describe así como vivían las mujeres en el fortín: “imagínenseustedes un reducto de tierra de una cuadra de superficie flanqueado de chozas de juncos algo más grandes que las tiendas y más pequeñas que los ranchos más exiguos, dejando en el medio un sitio cuadrado en cuyo centro está el pozo, e inundado de criaturas que chillan, perros que retozan, de avestruces, de ratas de aguas domesticadas que llaman nutrias, de mulitas, de peludos que trotan y cavan latierra, de harapos que se secan en las cuerdas, de fogones de estiércol en los que canturrea una pava de mate y asa el alimento al aire libre y figúrense ustedes en torno a la pampa desierta, chata… y tendrá el cuadro en medio del cual transcurría la vida de la mujer del soldado de frontera”.
Las mujeres cumplían varias funciones en el fortín: lavaban la ropa, cuidaban a los enfermos y enocasiones se vestían de soldados para engañar a los indios. Algunas hasta lograron grados militares.
Tenían cierto grado de autonomía ya que cobraban por los servicios prestados. Se dice además, que era común que cambiaran de pareja, aunque no de regimiento.
La sociedad de la frontera tenía sus propios códigos. Sus lealtades estaban divididas, y esto quedó claro en las relaciones ambiguas que tenían...