Fsdf

(Se escucha la voz de la protagonista)
Generalmente, los padres de niños o adolescentes al relacionarse con sus hijos, o los jefes con sus empleados, docentes con sus alumnos, esperan que esté incorporado en ellos el concepto de “respeto hacia los mayores” o “respeto hacia la autoridad”. Yo creo que esto no es un desacierto, pero que en más de un caso es necesario rever su significado. Consideroerrónea la idea de que el respeto se basa en la complicidad o el aval de ciertas posturas o comportamientos. No comparto el juicio de que exponer una contrariedad a la figura de autoridad es una falta de obediencia, lo que no quita que me parezca ofensivo encontrarme con algunas manifestaciones; la violencia no es la forma, sino el saber expresarse (con todo lo que esto implica: fundamentos parael sostén del enunciado, cortesía al hablar, consideración a la respuesta).
(La protagonista aparece en escena con un bolsito y sigue hablando, cambiando en su voz los rasgos discursivos de un principio por los de una persona notoriamente indignada)
Entonces, entendiendo esto e inclusive habiéndolo hablado con mucha gente involucrada, me pregunto: ¿Por qué sigue siendo tan rechazada mi imagenpor parte de los padres de mis compañeros, por las preceptoras de mi colegio? Ojo. No me gustan las generalizaciones. No digo que todos los papis me miren mal o no quieren que me relacione con los hijos, tampoco todo el cuerpo directivo está en contra de mi discurso. Es más, existen quienes me felicitan y me incentivan a seguir en esta lucha, lo que no quiere decir que tengan intensión de queorganicemos asambleas como la de aquella vez todas las semanas. Necesito ser consciente de mis límites, así es como tengo en claro que me corresponde insistir en este movimiento hasta que fluya sólo para resistir todo intento de falta de apreciación hacia nuestros derechos como estudiantes.
(Se sienta en una banqueta y se dirige más íntimamente al público, siempre manteniendo el carisma y ladesenvoltura que la caracterizan. La transparencia de sus gestos hacen que a veces no le resulte necesario detallar sus sentimientos en el transcurso de la anécdota ).
Estoy dudando entre seguir haciendo catarsis y relatarles los hechos para que elaboren su propia evaluación. Esto último me parece imprescindible, como militante me es útil escuchar opiniones y creo que una vez que termine voy a recibiralgunas devoluciones de su parte. Así, que voy a optar por el conjunto de las dos, ¿Qué mejor para mí que contarles toda la historia y a la vez “largar” tanto los buenos como los malos sentimientos que intenvienen? Si bien me pierdo en la trama, me gusta mucho hablar. Atención:Resultó ser que yo participo en el centro de estudiantes de mi colegio y este año formamos un grupo bastante comprometidocon el resto de los compañeros, por lo que me sentí más cómoda que nunca. Todas las reuniones disparaban diferentes iniciativas y de esta forma surgió la idea del mate-debate programado para los viernes después de clases. La idea se basaba en despertar el interés de los chicos en el panorama social actual, en encontrar aquellos quienes se interesan por estar contextuados en la realidad que noscorresponde y llamar la atención de quienes no lo hacen, para enriquecernos en la discusión.
La verdad es que al principio no había mucha concurrencia pero para la cuarta ocasión el auditorio estaba lleno y la cantidad de termos y manos levantadas para opinar, eran totalmente satisfactorias.
De esta forma, el centro de estudiantes se dividió en diferentes comisiones para poder cumplir con todasnuestras responsabilidades. Por supuesto, me incorporé al grupo coordinador de las charlas. Toda la semana indagando hasta encontrar el tema justo para tratar y el contenido, los disparadores. L a estaba pasando muy bien. Ver que el auditorio nos quedaba chico me daba lugar a entender que por lo menos en mi colegio estaba pasando algo. Estaba pasando que el resto de los chicos tenían tantas ganas...