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A diferencia del régimen general dedistribución de competencias del sistema federal mexicano, cuya base constitucional se
encuentra en el artículo 124 de la norma fundamental, en materia tributariala Constitución general de la Repúblicano establece
una delimitación clara y precisa entre los poderes tributarios de la
Federación y de las entidades federativas. Al contrario, el régimenconsagrado desde la Constitución de 1857, quepasó a la de 1917.
En el escenario contemporáneo acerca del sistema fiscal que imperaba en nuestro país, rescatamos sobre el régimen de concurrencia, es decir,que los impuestos deben ser de forma federal y local, pero sin que se deba pagar una doble tributación, después de mil ochocientos y principios de los novecientos existían impuestos tanto locales comofederales y algunos de ellos eran los mismo pero era obligación pagarlos puesto que el estado no pagaba un porcentaje o no aportaba parte de los mismos a la federación, es por ello la importancia quese da a tal figura para reformar y que estas contribuciones fueran justas.
El establecimiento de un impuesto supone siempre para quien lo paga una disminución de su renta y por tanto un deterioro desu poder adquisitivo, lo cual puede provocar diversas conductas en el sujeto que afectan a la distribución de la renta y de los factores. Por otro lado, algunos impuestos al incidir sobre el precio delos productos que gravan, es posible que los productores deseen pasar la cuenta del pago del impuesto a los consumidores, a través de una elevación en los precios.
establece lo que la jurisprudenciay la doctrina constitucionales
han denominado la “concurrencia” entre los poderes tributarios de
ambos niveles de gobierno.1
Laadopción de dicho régimen de “concurrencia” no obedeció
a lacasualidad, sino que respondió a un propósito deliberado. En
efecto, al debatir sobre la fórmula de distribución de competencias en materiatributaria, el Constituyente de 1857 tuvo a la vista
dos...