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A propósito del elogio a la dificultad

Al darme a la tarea de escribir un ensayo basado en el texto Elogio de la Dificultad, de Estanislao Zuleta, nada más complejo que subrayar las ideas claves que allí presenta: al final, resaltador en mano, casi TODO el documento terminó subrayado. Es tal la contundencia y certeza de sus premisas. Sin embargo, partiré de una que tal vez constituya la puntade la lanza que algún día este filósofo colombiano despidió al horizonte, posiblemente, con la esperanza de que atravesara al menos a algunos cuantos: deseamos mal. De igual forma, y amparados en el conmovedor y también certero documento llamado De profundis1, quizá la máxima representación de aquel mal desear radica en la sesgada relación que tienen las personas con la muerte: morimos mal.Cuando Zuleta habla de la cercanía entre la idealización y el terror, es fácil visualizar todo tipo de imágenes y escenas que representen dicha premisa: la magnificencia de un castillo de arena erigido en cuestión de minutos. Su hacedor en la torre. El mar y su furia natural arrasando con todo. Para no ir más lejos, y no abusar de la ficción, está nuestra propia experiencia. ¿Cuántas veces no hemosdeseado el fin de una labor, la paz en una relación tormentosa, el éxito en algún arte u oficio, la cereza en el pastel, todo ello sin mover un solo dedo?; ¿o ganar el baloto para al fin poder hacer las cosas siempre hemos querido hacer? De igual forma, ¿Cuántas veces hemos reflexionado sobre nuestra mortalidad, y la forma en que estamos llevando nuestra vida en relación con ella?
Algunaspersonas podrían ampararse en premisas como “soñar no cuesta nada”, y dirán que en ninguna medida esto los afecta, y menos a los demás; y en cuanto a la muerte, ¿para qué pensar en ella si por lo pronto estamos vivos?; sin embargo Zuleta advierte en ello un riesgo innegable cuando dice que quienes tratan de someter la realidad al ideal, entran inevitablemente en una concepción paranoide de la verdad-¿cuánta sangre no se ha derramado en honor a la verdad?-. De esta manera, a nivel personal, esto conlleva a la falta de acción, a no realizar -si quiera planear- un propósito paso a paso, asumiendo cada una de las dificultades que posiblemente eso conlleve; pero a nivel social también tiene consecuencias:
En lugar de discutir un razonamiento se le reduce a un juicio de pertenencia al otro –y el otroes, en este sistema, sinónimo de enemigo–. Y este sistema se desarrolla peligrosamente hasta el punto en que ya no solamente rechaza toda oposición, sino también toda diferencia: el que no está conmigo, está contra mí, y el que no está completamente conmigo, no está conmigo (Zuleta, p 3).

Sin duda alguna el sentarse sobre la palabra verdad es una acción violenta que atenta directamente contratodas aquellas personas que también han buscado acercarse a ella. De igual forma es una violación al respeto por la diferencia. Para Zuleta, no se puede respetar el pensamiento del otro cuando se habla desde la verdad misma, cuando creemos que la verdad habla por nuestra boca. Así pues, cuando afirma que nuestro saber es el mapa de la realidad, es menester entender que dicho mapa implica un hacercontinuo, cambiante, transitorio, y siendo la realidad un constructo social, la opción más sana es la convergencia de dichos mapas: la construcción colectiva de una sola figura a partir del reconocimiento de todas sus líneas.
Ahora bien, el querer ocultar alguna de esas líneas, desconocer el proceso de los anhelados propósitos humanos imponiendo la idealización parásita, está mediado por elinterés consciente o inconsciente de dar la espalda al perentorio y robusto trazo de la muerte. “Preferimos ignorarla mediante la falacia de no pensar en ella, de no mencionarla”, asegura el maestro Iriarte. Así como las diversas culturas (como la cultura del narcotráfico) nos han enseñado al dinero fácil, al consumo desmedido que incentiva el capitalismo y que día a día alimenta de frustración y...