Fuente Ovejuna
Laurencia: ¡Más que nunca acá volverá!
Jacinta: pues cuando te lo conté pensé que más pesadumbre te daría
Laurencia: ¡pídele al cielo que jamás lo vuelva a ver en fuente ovejuna!
Pascuala: Laurencia, yo he visto alguna tan brava y más; y tenía el corazón muy blando
Laurencia: ¿hay problema más grande que el mío?
Pascuala: que nadie diga: de esta agua no beberé
Laurencia: ¡lo juro porel sol que lo diré, aunque todo el mundo me desprecie! ¿Querer a Fernando yo? ¿Casarme con el yo?
Jacinta: no.
Laurencia: condenada a tal ofensa. ¡Ya hay muchas mozas en la villa, que tiene el comendador y andan arruinadas!
Jacinta: yo estaría feliz de que te escapes de él
Laurencia: pues ya no sirve de nada, me ha perseguido un mes. Y todo en vano, aquel Ortuño, el cínico, me mostro una blusa,una cadena y un mechón. Y me dijeron tantas cosas de Fernando su señor, que me dio miedo; pero no serán suficiente para contrastar mi pecho
Pascuala: ¿dónde te hablaron?
Laurencia: allá en el arroyo, hace 6 días
Pascuala: yo creo que te están engañando, Laurencia
Laurencia: ¿a mí?
Jacinta: no, al cura
Laurencia: seré joven, pero muy dura como para reverenciarlo.
Escena2
Laurencia: para notener problemas y dar que decir, quise atrevido Frondoso, decidí desviarme al arroyo, y tus sirvientas que murmuran en todo el pueblo, que me miras y te miro, y todos se fijan en eso, y tú eres joven de los que atropellan, decidido y diferente a los demás, tu ropa es extraña y costosa, en todo el lugar no hay quien nos afirme diciendo que ya somos el uno para el otro; y todos esperan el día en elque Juan Chamorro nos eche de la tribuna. Y sus graneros estén llenos de buen trigo en agosto y sus tinajas de jugo. Tanta imaginación me da rabia: no me desvela, ni me aflige, ni siquiera tengo cuidado de ello
Frondoso: mal me tienen tus rechazos. Bella Laurencia, siempre tomo el peligro de verte, cuando te oigo. Si sabes que es mi intención ser tu esposo, mal le haces a mi fe.
Laurencia: es queyo no sé qué otra cosa hacer
Frondoso: ¿es posible que no te duelas, de verme siempre cuidadoso y pensando en ti, ni bebo ni duermo, ni cómo? ¿Es posible tanta maldad en ese angélico rostro? ¡vivan los cielos que estoy que grito!
Laurencia: pues saludate. Frondoso
Frondoso: ya te pido yo salud. Y que ambos, como palomos, estemos juntos los picos y arrullos sonorosos, después de casarnos
Laurencia:dilo a mi tío Juan Rojo; que aunque no te quiero mucho, ya comienzo a sentirme así
Frondoso: ¡ay! Este es el señor
Laurencia: viene siguiendo a algún ciervo, escondete en esas ramas
Frondoso: ¡y con qué celos me escondo!
Escena 3
Comendador: no es malo venir siguiendo a un ciervo temeroso, y encontrarse con tan bella chica
Laurencia: descansaba un poco de haber lavado unos paños; yahora iré al arroyo. Si me manda su señoría
Comendador: que fuertes rechazos me ofenden, bella Laurencia, las virtudes que el cielo te dio, tanta suerte y vienes a ser un monstruo. Pero si otras veces pudiste escapar de mi ruego amoroso, ahora estamos solos en el campo; y tu sola no debes ser tan soberbia que tu rostro alejes de tu señor, poniéndome tan poca cosa. ¿No se rindió Sebastiana, mujer depedro redondo, cuando los casaron por obligación, y la de Martin del Pozo, cuando solo habían pasado 2 días del matrimonio?
Laurencia: esas, ya habían estado con otros, además muchos mozos recibieron de sus favores, por lo que no tuvieron problema con agradarlo a usted también. Valla con Dios detrás de su ciervo, pues al verlo sin la cruz lo tomare por demonio, pues tanto me persigues.Comendador: ¡que estilo tan enfadoso! (pone la ballesta en el suelo, y la tumba)
Laurencia: ¡cómo! ¿Qué haces? ¿Estás en ti?
(Sale Frondoso y toma la ballesta)
Comendador: no te defiendas
Frondoso: si tomo la ballesta ¡ruégale al cielo que no la ponga en el hombro!
Comendador: acaba, ríndete
Laurencia: ¡cielos ayudame!
Comendador: estamos solos, no tengas miedo
Frondoso: comendador generoso, deja o te...
Regístrate para leer el documento completo.