Fujishock
En efecto, a fines de julio de 1990, el Perú sufría la crisis más grande de su historia republicana.La economía se encontraba afectada por un proceso inflacionario que ya duraba 24 meses y que en los últimos seis meses mostró tasas de inflación mensual del orden del 60%[15], y durante el quinqueniodel gobierno aprista había alcanzado un monto acumulado de 2,2 millones por ciento; la actividad productiva se había deteriorado, habiendo el Producto Bruto Interno (PBI) caído en 8,4% y 11,8% en 1988y 1989 respectivamente.
El PBI per cápita real llegó a 720 dólares, cifra menor que la de 1960; los salarios reales se redujeron dramáticamente, en el caso del salario mínimo alcanzó el 51%; eldéficit fiscal era del orden del 6,1% del PBI, como consecuencia fundamental de la caída de la presión tributaria a menos del 4% del PBI, y del enorme retraso en los precios relativos de los bienes ytarifas públicos; las reservas internacionales eran negativas en 105 millones de dólares; el tipo de cambio oficial denominado MUC, donde se transaban aproximadamente el 30% de las importaciones, era menosde un tercio del tipo de cambio del mercado paralelo.
La intermediación financiera había disminuido significativamente; se había aislado de la comunidad financiera internacional, habiendo la deudaexterna alcanzado los 20 mil millones de dólares, con atrasos del orden de 2000 millones de dólares con los organismos multilaterales. En el Cuadro 1 del Anexo Estadístico se pueden apreciar losprincipales indicadores macroeconómicos a julio de 1990.
Finalmente, esta grave crisis económica estuvo acompañada además, por un incremento de la violencia social y por un debilitamiento del aparato...
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