Fumando espero

“FUMANDO ESPERO”


En la Edad Media se quemaba a las “brujas” en las plazas ante la mirada atenta de todos los ciudadanos, para que el delito de brujería no se esparciera y así la plebe entera comprendiera el significado. Ya en la Revolución Francesa se decapitaba a los delincuentes frente a una multitud enardecida que pedía por esa cabeza. El uso de laguillotina evitaba, al condenado, sufrimientos inútiles antes del inexorable fin. La Humanidad, como vemos, fue comprendiendo que no eran necesarios esas clases de castigos y de a poco fue aceptando la idea de que había otras maneras un poco más “humanas” para castigar al “delincuente”. Las sociedades, como todo organismo vivo, cambian, evolucionan, se replantean sus verdades y así emergen, comoconclusión plena y lógica del cuestionamiento, nuevas sociedades: más tolerantes, más democráticas, más humanas… o no.
Es el dinamismo una potestad ineludible de toda sociedad. El planteo sobre si algo es o no ético o es contrario a la moral y las buenas costumbres, siempre constituye un desafío a la sociedad toda para brindar una respuesta. El debate que de a poco se va instalando en la sociedadargentina sobre la despenalización de la tenencia de estupefacientes para consumo personal nos sumerge como ciudadanos a debatir, nos impulsa a cuestionar viejos preceptos, a animarnos a esbozar respuestas originales, a bucear en lo normativa vigente y cotejarla con la realidad presente, a comprometernos con esta realidad innegable : hay una porción de ciudadanos que no desean ser perseguidos porel poder punitivo estatal por hacer realidad el deseo de fumarse un “porro”, porque consideran que tienen derecho a ello, a poder realizarlo en la intimidad de su hogar, a saciar su deseo y saber que hacerlo no significa delinquir. Quitarle el mote de delito a una acción tan nimia como la de fumar un cigarrillo de marihuana; poder hacerlo sin temor de que uno pueda terminar preso. El objeto delensayo es entonces el planteado: bucear en la realidad de las drogas para comprender por qué aún se sigue penando al pequeño tenedor, aquel que prefiere fumarse un porro para dormir en vez de apelar a una droga sintética y legal producida por un laboratorio, por poner un ejemplo.
Es interesante comenzar este ensayo citando textualmente el artículo 19 de nuestra Constitución Nacional, puesto quees en base a este artículo donde se edifica la concepción de privacidad de ciertas acciones en las que el poder punitivo de Estado no puede inmiscuirse, dicho artículo dice así: “Las acciones privadas de los hombres que de ningún modo ofendan al orden y a la moral pública, ni perjudiquen a un tercero, están sólo reservadas a Dios, y exentas de la autoridad de los magistrados. Ningún habitante dela Nación será obligado a hacer lo que no manda la ley, ni privado de lo que ella no prohíbe.” Podría uno preguntarse entonces, por qué existiendo este límite al poder punitivo aún se sigue penando la tenencia de estupefacientes para consumo personal, si es claro que se habla de poseer para el propio consumo y fundamentalmente en un ámbito privado. ¿Qué es entonces esta idea de orden y moralpública en la que se podrían amparar quienes siguen sosteniendo que esta práctica es delictiva?
El término moral proviene del latín “mores” y significa “costumbre”, podemos arriesgarnos a afirmar entonces que la moral está constituida por acciones sostenidas en el tiempo que comienzan a tener el peso de la costumbre y se instalan en el imaginario colectivo de un grupo social como normas a seguir,orientadas a edificar una vida en sociedad que respete estos preceptos. Una norma moral aún sin quererlo se vuelve como un dictamen que rige la vida en sociedad, que corrige las acciones de los individuos según la creencia de que ciertos actos son más beneficiosos que otros y se erige como piedra de toque para edificar una sociedad toda. Pero la moral –como las costumbres- va cambiando en el...