Fundaciones y RSC
Cuando hace unos quince años empezó a extenderse por el mundo la novedosa filosofía de la Responsabilidad Social Corporativa, existían ya cientos, por no decir miles, de fundaciones vinculadas a empresas. Muchas de estas fundaciones contaban para aquel entonces con una larga trayectoria y una reputación y notoriedad de primernivel en sus respectivos países.
En el punto en el que confluyeron esta nueva corriente de pensamiento sobre el desempeño de las empresas y las fundaciones ya creadas, se produjo un fenómeno muy singular, del que salieron bien paradas sólo aquellas entidades (y aquí englobamos tanto a empresas como fundaciones) que supieron encajar ambos elementos en beneficio de la marca y la reputación global,sin renunciar a señas de identidad fundamentales.
Quizá esta aseveración pueda parecer un tanto exagerada, pero se dieron casos en los que fundaciones empresariales con méritos justamente ganados a base de una trayectoria de esfuerzo y trabajo bien hecho dilapidaron buena parte de ese capital en pos de una nueva filosofía, de la que se desconocía casi todo y cuyo principal aval era lamodernidad de su planteamiento.
En el seno de estas entidades sometidas a un aparente dilema entre la conveniencia de potenciar su clásica fundación o su modernísima política de RSC, se produjeron debates muy intensos, que en muchos casos estuvieron realmente mal enfocados.
Los argumentos de los defensores de la nueva filosofía de la Responsabilidad Social se basaba en su carácter global eintegrador de todas las políticas de la empresa, en todos sus aspectos, legales, laborales, de Gobierno Corporativo, de respeto al medio ambiente y de compromiso social. En definitiva, no se podía comparar una política que afectaba casi al cien por cien de la actividad de la compañía, con sólo un aspecto, el vinculado a la acción social o al mecenazgo, responsabilidad tradicional de la fundación.
Peroincluso conviniendo que la RSC fuera mucho más allá de los objetivos y misiones de la fundación, que ésta era sólo una parte pequeña si se la comparaba con todo lo que representaba la nueva filosofía, la pregunta era "¿y cuál es el problema?", "¿qué especie de incompatibilidad puede plantearse entre dos conceptos que en lógica coinciden en sus fines últimos de obtener un mejor desempeño social dela empresa?".
Pues aunque la pregunta es sencilla, las respuestas fueron múltiples y en muchos casos dispares. En ocasiones se estableció una especie de competición entre los defensores de la RSC y los gerentes de las fundaciones. Los primeros se veían como conquistadores y los segundos como los llamados a resistir. Los conquistadores, por ejemplo, solían afirmar que con el presupuesto de laFundación ellos conseguirían casi milagros en la transformación de la mentalidad de la compañía. Los resistentes, con frecuencia, se resignaban a ver mermados sus recursos para hacer hueco a esta corriente imparable...
Si ponemos como ejemplo lo ocurrido en España y establecemos un eventual vencedor de esta hipotética batalla, el resultado sería, en nuestra modestia opinión, una victoria a lospuntos de las fundaciones empresariales sobre las políticas de RSC. Y esto ha sido así por una serie de razones que trataremos de enumerar y razonar con toda brevedad.
La RSC no fue una moda, llegó para quedarse. Esta afirmación es un hecho cierto, pero también lo es que pasada su primera y deslumbrante etapa, los fundamentos de políticas e instituciones más arraigadas, como las fundacionesempresariales, prevalecieron sobre las nuevas políticas de RSC.
Las fundaciones han aguantado mejor la crisis económica. En su momento se aseveraba que las empresas que cumplían los estándares de responsabilidad social eran menos vulnerables a las dificultades por sus planteamientos de sostenibilidad. Lo cierto es que esto no se ha cumplido siempre en estos difíciles años pasados e incluso, en...
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