Furet - Pensar la Revolución Francesa.

Furet, Francois. Pensar la Revolución Francesa.

El catecismo revolucionario:
La revolución francesa está en el poder, en la sociedad y en las instituciones. Ella no pone en juego nada que conciernala política real. Si el historiador sigue creyendo en esto es porque tiene necesidad de creerlo.
La propia Revolución Francesa, tiende a pensarse como un comienzo absoluto, un punto cero de lahistoria en el que se encuentran todas las realizaciones futuras, implicitamente contenidas en la universalidad de sus principios. Proviene no de la discusión crítica de la herencia sino de la fidelidad delos herederos.
Toda la historiografía de la Revolución Francesa puede legitimamente ponerse en relación con la evolución de la coyuntura política y social de los siglos XIX y XX.
La revolución,¿pasado o futuro?. El prejuicio contrarrevolucionario conduce naturalmente a ciertos tipos de explicaciones moralizantes. Los más grandes historiadores de la primera mitad del siglo XIX están todavíahipnotizados por el acontecimiento que ha dominado sus vidas.
A partir de 1917 se subraya el parentesco entre el gobierno de la Montaña y el de la dictadura bolchevique de los años de guerra civil, querecurren a los mismos medios, el terror, a la requisa y los impuestos, con una meta semejante como la transformación de la sociedad universal. Esta contaminación existe también en el espíritu de loshsitoriadores de la Revolución.
La Revolución Francesa, fundadora de la "gran nación" y liberadora de la sociedad universal, es decir, mucho más jacobina que "constituyente, es una pedagogía del progreso.Busca transmitir una historia que es al mismo tiempo comunión y pedagogía. Cualquier otra historia es considerada contrarrevolucionaria o anti-nacional.
Hipotesis: Los acontecimientos revolucionariosson acontecimientos con una carga ideológica muy fuerte y en los que la función de máscara que cumple la ideología en relacion a los procesos reales tiene una gran importancia. Cualquier revolución...