futbol de la calle
Hace tiempo que a Yovanna dejó de importarle las burlas de sus amigas. Nada es más importante que su grupo de fútbol de la calle y laspichangas que arman en la única losa deportiva de Puerto Nuevo, el barrio más bravo del Callao. Ahí pasa el día, jugando y participando en aquello que todos llaman el “tercer tiempo”.
Las chicas de suedad otra vez se acercan y están hablando de ella. Yovanna Guerrero levanta los hombros, se da vuelta y corre tras del balón. Las muñecas nunca fueron su pasatiempo favorito.
El “tercer tiempo” noes un momento de suplemento para seguir dándole a la pelota. Es más bien una oportunidad que tienen estos chicos para aprender valores y hablar del futuro que les espera si sucumben a las tentacionesy peligros que los rodean en Corongo, Ciudadela Chalaca, Chacarita, Puerto Nuevo o Santa Marina.
Yovanna lo sabe y siente miedo de solo imaginar lo que sería su vida si cae en manos de algunapandilla, la prostitución o si acepta probar aquello que muchos en Puerto Nuevo consumen en la esquinas.
Adiós a las malas juntas
Participar en el “tercer tiempo” ha convertido a Yovanna y a suscompañeros de la Asociación Los Pioneros en chicos distintos. Se han alejado de las malas juntas y han decidido dedicar su tiempo libre, que es lo que les sobra a estos adolescentes, para reunirse yaprender oficios, actuación y música.
Todo esto les sirve luego para ayudar económicamente en el hogar, pues tienen esa responsabilidad mientras no regresen a la escuela a terminar los estudios.“Los Pioneros ya no decimos lisuras en la cancha, no jugamos sucio y ayudamos al rival cuando está caído o cansado”, dice Jesús Livia, delantero del equipo chalaco, quien encandiló a todos con un...
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