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Los químicos diabólicos.
Una de las historias empresariales más exitosas del siglo XX la protagonizó la industria química alemana. También es la historia de
cómo un poderoso coloso industrial,llamado IG Farben, estuvo a punto de dominar el mundo. En un principio, IG se dedicaba
exclusivamente a la producción de tintes. Hasta mediados del siglo XIX, todos los tintes se obtenían mediante latrituración de
bayas, insectos, flores y cortezas de árboles. Pero un buen día se descubrió la forma de producirlos a partir del carbón. Poco
después, Alemania contaba ya con seis enormes empresasque aplicaban esta nueva tecnología química: BASF, Bayer, Hoescht, Agfa,
Casella y Kalle. La pecuiar tenacidad y determinación, de estas empresas desembocaría en una serie de investigaciones muyinnovadoras y en el descubrimiento del esquivo tinte del “azul sintético”, tan característico de la porcelana oriental. Pero también
les llevaría a adoptar todo tipo de estratagemas de mercadotecnia,entre las que se incluían brutales rebajas de precios, ventas con
pérdidas, una agresiva política de pleitos por las patentes, el recurso del espionaje industrial e incluso el soborno.
Mediante elempleo de todos estos métodos, las empresas se fueron fortaleciendo cada vez más. Bayer, en concreto, llegó a
disponer del dinero necesario para desarrollar un novedoso e importante procedimientopara la fabricación de nitratos, un producto
que hasta entonces sólo podía obtenerse tras una larga y onerosa travesía a Chile. En un principio, los nitratos se destinaban
principalmente a su usocomo fertilizantes, pero unos pocos años más tarde, esos mismos nitratos dieron lugar a la nitroglicerina, un
componente esencial de los más potentes explosivos empleados durante la Segunda GuerraMundial.
Bajo el liderazgo de Bayer, estas seis empresas decidieron prescindir del despilfarro que suponía hacerse la competencia, y se
fusionaron para formar un gran grupo de “empresas amigas”, lo...