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Esta historia empezó con un viaje a Granada organizado por el profesor de historia para visitar la alambra, nos pusimos en marcha el viernes por la mañana. Tras un largo viaje llegamos por fin aGranada y para empezar nos dirigimos al hotel, dejamos todas las cosas y nos instalamos por habitaciones, a mi me tocó con Víctor. Después nos fuimos a dar una vuelta en la que Pablo, Diego y yo nosencontramos con Laura y sus amigas María, Fátima y Ainhoa, todos juntos decidimos ir a cenar algo en el Burguer King. Cuando acabamos cada uno se fue a la habitación del hotel, pero yo no podía dormir conla idea de tener a Laura durmiendo en la habitación de al lado.
Al no poder dormir me salí al balcón de mi habitación, estando ahí me puse a pensar de todo un poco: en Laura, en el fútbol y en losestudios. Al poco de salir alguien de la habitación de al lado salió también a su terraza, era Laura que al parecer tampoco podía dormir.
Laura: Hola ¿que haces aquí?
Yo: Nada que me he desvelado.Laura: Yo tampoco puedo dormir a si que te importa si te hago compañía.
Yo: Por su puesto, pero que te parece si nos vamos a dar una vuelta por la ciudad.
Laura: Claro por que no.
Y dicho esto nosreunimos en el hall y de allí salimos a dar una vuelta por la ciudad, yo estaba muy nervioso pues nunca había estado así con Laura, hablamos, nos reímos, cuando de repente apareció corriendo una especiede perro de color rojo y más grande. Le perseguimos hasta que lo acorralamos en una calle, a mi me resultaba familiar, era un pokemon, era un Growlithe y estaba bastante asustado, nosotros letranquilizamos y poco a poco se fue calmando. Le conté a Laura lo que era y se sorprendió mucho, pero cuando nos dimos la vuelta el pokemon había desaparecido, se metió en una especie de bola . Yo cogí labola y la lancé contra el suelo y en ese momento volvió a aparecer Growlithe que se abalanzó sobre mi. Después de eso regresamos a Growlithe a la pokeball y volvimos al hotel con la promesa de no...