Gabriel torres



Gabriel Torres Espinoza, el nativo de Ciudad Guzmán y Vicerrector de la Universidad de Guadalajara con Carlos Briseño al frente de la Institución, atrajo desde muy temprano los reflectorescomo uno de los principales actores políticos en la Universidad

Sus compañeros de la carrera de Estudios Políticos y de Gobierno de la Universidad, allá a principios de los años noventa, leobservaron de cerca. Le llamaban “el fantasma”. Aparecía y desaparecía, los profesores nombraban lista y rara vez estaba presente, casi nunca, brillaba por su ausencia en las aulas. ¿Para qué escuchar de lasideas de Hobbes o Maquiavelo, si el tiempo se encargaría de demostrar que por lo menos las de éste último ya vienen con él en su ADN? Sus pocas asistencias e intervenciones en clase no hacen tampocorecordar a un alumno destacado ó brillante en lo absoluto. A Gabriel se le encontraba en los pasillos de la escuela, en “la grilla”, aunque en ese departamento tampoco arrastrara multitudes. Se le veíamás bien solo. Se dice de él que es el grillo que quiso dárselas de acádemico sin tener la capacidad, de ahí talvez viene su desprecio a los acádemicos de verdad y las zancadillas que sin reparoalguno dentro de la Universidad les ha propinado en más de una ocasión. Sin embargo se vería que Gabriel Torres algún talento y habilidad si que tendría.

Hacia finales de los años noventa, seconvierte en maestro del CUCSH, donde trabajaba de la mano con Javier Hurtado. Ahí se le acusa de muchas fechorías, desde obstaculizar o retardar la titulación de a quien no veía con buenos ojos, hasta dedárselas “más facilito” a sus amigos. Después es nombrado rector del Centro Universitario de la Ciénega. Se desenvuelve escribiendo alguna columna sobre temas políticos por aquí y alguna otra por allá.Colaborador en diversos programas de los medios de comunicación de la ciudad opinando sobre el último tema político en boga se fue construyendo su camino hacia las más altas esferas del poder...