Gabriela y yo [Mi primer cuento]
Él llego a su departamento, se estaba acostando y sonó el teléfono.
-¿Hola?
-Hola, ¿Mariano?
-Sí, ¿Quién habla?
-¿Quién habla? Gabriela ¿cómo quién habla?
-¡Gabi! Tanto tiempo, cómo estás,¿Qué me contás?
-Bien, muy bien por suerte. Estoy acá en un hotel de Almagro.
-¿En serio? ¿Qué hacés por acá?, ¿Por qué no estás en Tucumán?
-Me echaron del laburo y me vine para acá… ¿Nos vemos algún día? Hace mucho qué no nos vemos.
-¿Te parece mañana al mediodía? Yo invito.
-Dale, Nano, nos vemos mañana.
-Chau che suerte.
Colgó el teléfono y se acostó.
Nada que ver con el día anterior. Marianose despertó alrededor de las siete de la mañana por el calor que hacía, cuando solía levantarse a las nueve para desayunar. No pudo volverse a dormir, se quedó despierto hasta las ocho y media, fue al bar de la esquina, y se tomó un café con leche y dos medialunas. Mientras desayunaba se acordó de lo que había arreglado con Gabi y la llamó a su celular.
-Hola.
-Hola, Gabi, soy Mariano.
-Nano, ¿todobien?, ¿sigue en pié lo de hoy, no?
-Por eso te llamo, ¿te parece en “Sale con fritas”?
-Jajaja, que gracioso nombre, ¿dónde queda?
-Queda en Avenida Los Incas y Constituyentes, ¿ubicás?
-Mmm, no, pero ¿te parece si me pasás a buscar por mi hotel y vamos?
-Dale, pasame la dirección.
-Ya te digo. - le dijo ella, y fue a preguntar a la administración, cuando volvió.
-¿Estás?
- Si, decime.
-Avenida Corrientes 4605, es Corrientes y Ángel Gallardo. ¿A qué hora te pasás?
-¿Te parece ahora a las doce y media?
-Dale, me voy a bañar y a cambiar, nos vemos, Nano.
-Bueno, nos vemos a las doce, estate puntual, ¡Eh!
-Jajajaja, tranquilo, toda mi vida fui puntual, ¿O no te acordás?
-Tenés razón, chau, nos vemos.
-Dale, chau.
Mariano le pidió al mozo la cuenta de su desayuno, pagó y volvió a su casa,se pegó un baño y se cambió.
Salió en su auto y al ver que no tenía nafta en su Renault 19 paró en la YPF.
-Hola, ¿me cargas el tanque lleno, por favor?
-Dale ahí te cargo.
Le cargó el tanque y le cobró.
Salió y fue a buscar a Gabi. Llegó al hotel “Berna”, y al entrar llamó a Gabriela a su celular.
-Gabi, ya estoy abajo, ¿estás lista?
-Sí, ya bajo.
Él esperó sentado en una de las sillas que hayahí. Ella bajó, fue en silencio por atrás sin que él se diera cuenta y le gritó.
-¡¡¡¡Mariano!!!!
-¡Dale, boluda! Me asusté. ¿Cómo andás, Gabi, tanto tiempo? – La saluda con un gran abrazo y un beso en la mejilla.
-Bien, ¿vos cómo andás? – Lo agarra del hombro con un gesto amistoso.
-Bien, muy bien por suerte, ¿vamos? Te va a encantar este restaurant.
-Dale, vamos.
Fueron al auto y viajaron hastael restaurant “Sale con fritas”.
Cuando llegaron, el mozo los guió a donde tenían que sentarse, y se sentaron.
- Bueno, ¿Qué vas a comer?
- ¿Ya pedimos? ¿Tenés hambre, no? Jajajaja.
- La verdad, sí, ¿Qué vas a comer?
- No sé, ahora vemos.
- ¡Mozo! – Grita Nano.
- Sí, señor, ¿Qué necesita?
-¿Me podrías pasar dos menús, por favor?
- Cómo no – Le da los menús.
-Bueno, Gabi, ¿Qué vas a comer?
-Unamilanesa de soja con una ensalada de zanahoria, huevo y tomate.
-¡¿Qué?! No… acá conmigo, se come carne.
-Ok. Ok… una suprema con ensalada, ¿Te gusta más?
-Dale, ahí llamo al mozo. ¿Y para tomar qué vas a querer?
-Mmm… Agua.
-¡Que aburrida sos, che! – Le dijo con tono burlón. Ella se rió y él llamó al mozo.
-¿Qué van a desear comer?
- Para la señorita, una suprema de pollo, con ensalada de zanahoria,huevo y tomate. Y para mí, un pedazo de asado, con papa fritas. – Y él nota que ella se ríe. – ¿De qué te reís? No hay nada mejor que un poco de carne.
-¿Y para tomar, qué van a querer? – Dijo el mozo, aguantando un poco la risa.
-Un Malbec y un agua.
Ellos esperaron, mientras tanto, hablaron sobre lo lindo que estaba le restaurant. Ella opinó acerca de que en la mesa había unas lindas flores,...
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