Gaby Herbstein


Gaby Herbstein, el ojo conciente

Gaby Herbstein quería ser egiptóloga, deseaba enterrar sus piernas en la arena y limpiar con un pincel los restos de una antigua vasija oculta durante miles de años. Pero en la facultad, la única materia que llamó su atención fue Historia del Arte. Tenía 18 años cuando una amiga le pidió que la acompañe a hacer un curso de fotografía. No tenía cámara perofue igual, porque las cosas suceden -dice- cuando tienen que suceder.

“Recuerdo que en la primera clase hicimos una salida y tomé fotos de una palmera. Al volver, fuimos directo al cuarto oscuro. Cuando la palmera se reveló en el papel, entre los líquidos y la luz roja, tuve una epifanía: supe lo que quería hacer en mi vida”, dice. Pero lo que Gaby Herbstein no sabía era que en 25 años decarrera iba a fotografiar a todas las modelos del país y a todas las celebridades; que iba a hacer varios libros, decenas de calendarios y centenares de campañas publicitarias. Tampoco sabía que con su trabajo iba a defender causas como la prevención del H.I.V. y la ecología. Que iba, en definitiva, a transformarse en una de las fotógrafas más reconocidas de nuestro país.

Hacer Foco

Luegode estudiar de manera intensiva durante dos años, Herbstein empezó su carrera de la mano de Alfredo Willimburgh. Su trabajo era asistirlo -ad honorem- en las producciones de moda que realizaba para la revista Para Ti. Allí pudo ganar experiencia, toquetear equipos profesionales y codearse con las modelos y el mundo de la moda. “Los fines de semana, cuando mis padres se iban afuera, desarmabatodo el living de casa. Descolgaba los cuadros, ponía un fondo y hacía books a mis amigas, a las amigas de mis amigas y a quien tuviera ganas”, cuenta. Y esa energía inicial, adolescente, la empujó lejos. “Le había tomado unas fotos a Lorena Ventimiglia y cuando las vio, me dijo: 'vos tenés que hablar con Ricardo Piñeryo'”. No sabe bien cómo sucedió, pero unos días después estaba frente al directorde una de las agencias de modelos más prestigiosas del país. “Él miro las fotos, me miró a mí, volvió a mirar las fotos y me pregutó qué tenía que hacer en una semana.” Siete días después, Gaby estaba realizando en Uruguay un catálogo completo de todas las modelos de la agencia. “Tenía 20 años cuando me encontré haciendo fotos a Bárbar Durán, a Florencia Raggi, a Mariana Arias. ¡Mariana Arias!Veía su cara en las revistas y moría por hacerle fotos, una mujer con una belleza exótica, cautivante, y de repente me miraba a través del lente. En aquella época las modelos eran más grandes y casi no había mujeres detrás de las cámaras. Yo tenía 20 años y les decía cómo ponerse, qué corregir. Fue un desafío enorme”.


Cambiar el rollo


Durante los años ’90 Gaby Herbstein trabajó sinparar. Hizo moda, belleza y publicidad para revistas, para agencias, para grandes y pequeñas marcas. Sus imágenes podían verse en todas las publicaciones del momento. “Pasé temporadas de trabajo largas y agotadoras. En Punta del Este, por ejemplo, recuerdo que llegué a decir: ‘se acabó, no tengo más ideas’. Cuando pasás 12 o 14 horas todos los días durante meses, la cabeza entra en un caosincontrolable”. Pero Herbstein sabía que en su interior latía algo: un proyecto personal diferente, otra forma de contar y de imaginar, un llamado de atención.

Fue así que en 1994 armó un calendario que recopilaba fotografías propias. Ese fue el punto de partida para llevar al extremo un formato que no había sido explotado en nuestro país. Pero para hacer más personal el trabajo, Gaby debía meterse afondo. “Entendí que necesitaba crear desde cero el proyecto. Investigar, leer, planearlo todo. De alguna manera, mi vocación de antropóloga reaparecía como una herramienta creativa para dar a luz algo nuevo”. En 1995, después de un año de investigación, publicó “Pin Up Girls”, un calendario que abriría el camino de una obra inmensa. Siguieron “Zoodíaco” y“Hot”. Hasta que en 1998 todo cambió....