gaia

Había quedado con los demás en el metro de oporto. Hacia frio, mucho frio. Era una tarde de otoño, y la noche caía enseguida así que teníamos que darnos prisa. Una vez todos, entramos al metrofuimos directo a campamento. Íbamos a visitar los antiguos cuarteles militares de Madrid. Nos parecía una buena idea verlos de noche. Yo me los conocía de arriba abjo, cada habitación, cada pasillo, cadaescalera, pero nunca estuve ahí de noche.
Para llegar había que andar un rato. El camino te alejaba de la ciudad. Dejabas los edificios atrás y todo se convierte en llano. De depende al lado de unaoscura carretera se encontraban aquellos edificios sin ventanas y oscuros.
Una vez que estas dentro, si es la primera vez que vas, te sorprende la inmensidad de aquel sitio, su patio enorme y susinfinitas filas de ventanas. Además era de noche, eso le daba un encanto especial.
Aunque conocía el lugar, esta vez nada era igual. Se notaba que algo había cambiado . Después de casi dos horasrecorriendo lentamente el lugar, decidimos irnos decepcionados. íbamos con la idea de verle. ¿a Quien? Al espíritu que según nosotros debía de salir de noche y pasear por los largos pasillosabandonados. Pero dentro no había nada, hasta llegar en medio del patio principal y ver como algo asomaba por una ventana.
No me lo podía creer. Pensaba que erra mi imaginbacion pero todos lo vimos.Decidimos acercarnos para ver más. Teníamos miedo, mucho, pero queríamos saber mas.
Pero tan valientes nos creíamos que acabados huyendo un minuto después de ver una extraña figura, que durante ese minutotuvo tiempo de bajar y esperarnos a la entrada del edificio. A l apuntar nuestras linternas sobre el portal del edificio, lo vimos, era una silueta borrosa, pero siniestra. Nos asustamos y salimoscorriendo. El miedo era demasiado fuerte. Nuestra mente estaba paralizada pero nuestras piernas corrían solas. Fue el peor momento que pase nunca pero todos quedamos satisfechos por conseguir nuestro...