GALILEO GALILE
Por Héctor Abad
Al morirnos habremos dejado muchos libros sin leer, pero la vida es también dejar gran cantidad de posibilidades abiertas
Hay gente que juzga a losdemAs por la cara, por la marca de la camisa, por el carro, por el barrio en que vive, por la novia o el esposo, por los zapatos o según si usa escapulario de la Virgen o una pepita de cuarzo sobre elpecho. Yo no sé ustedes (cada cual tiene sus prejuicios), pero yo juzgo a los demás por sus libros. No por los libros que escriben -pues como decía Borges el ser humano puede ser superior o inferior asus obras, y además no todos escriben libros-, sino por los que leen. Ya me imagino algunas objeciones inmediatas: hay gente que lee en bibliotecas públicas o que compra libros, los lee y los regala;de acuerdo, pero a estos la lectura se les nota pues la llevan por dentro. Los excluyo de mi prejuicio.
También es obvio que en un país miserable como Colombia no todo el mundo puede permitirse unabiblioteca. Ni siquiera todo el mundo sabe leer. Está bien, entonces uno a los pobres los puede juzgar por su bondad o por su limpieza, por su rebeldía o por su sumisión, pero una vez pasado el umbralde la miseria, a cualquier persona se la puede juzgar por sus lecturas. Les aseguro lo siguiente: en un "agáchese" de cualquier ciudad de Colombia uno puede comprar un buen libro por 2.000 pesos. Sicompra uno a la semana, en 100 semanas (dos años) ya tiene una biblioteca seria y respetable de 100 libros.
No basta tener buenos libros. He visto bibliotecas impecables, muy bien escogidas, perocon todos los libros intonsos. No hagan esa cara: "Intonso" es una de esas palabras que ya no se usan, entre otras cosas porque (salvo en ediciones muy sofisticadas como la de La Mansión de Araucaimaque regaló en diciembre la Fundación Mario Santo Domingo) ya casi nunca se editan libros con los pliegos sin cortar. Un libro sin cortar es un libro intonso, y un libro que permanece intonso en una...
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