Gandhi1

L E N G U A Y L I T E R A T U R A
T R A B A J O G R U P A L

Durante todo este tiempo, Gregorio había permanecido callado, inmóvil en el mismo sitio en que lo habían sorprendido los huéspedes. El desencanto causado por el fracaso de su plan, y tal vez también la debilidad producida por el hambre, le hacían imposible el menor movimiento. No sin razón temía ver cernirse dentro de muypoco sobre sí una tormenta general, y esperaba. Ni siquiera se sobresaltó con el ruido del violín, escurrido del regazo de la madre bajo el impulso del temblor de sus dedos. –Queridos padres –dijo la hermana, dando, a modo de introducción, un fuerte palmazo sobre la mesa–, esto no puede continuar así. Si ustedes no lo comprenden, yo me doy cuenta de ello. Ante este monstruo, no quiero ni siquierapronunciar el nombre de mi hermano; y, por consiguiente, sólo diré esto: es forzoso intentar liberarnos de él. Hemos hecho cuanto era humanamente posible para cuidarle y tolerarle, y no creo que nadie pueda, por lo tanto, hacernos el más leve reproche.
“Ella tiene mil veces razón”, dijo, para sí, el padre. La madre, que aún no podía respirar a sus anchas, comenzó a toser sordamente, con la mano enel pecho y los ojos extraviados como una loca. La hermana corrió hacia ella y le sostuvo la frente. Al padre las palabras de la hermana parecieron inducirle a concretar algo más su pensamiento….
La hija había mencionado que no cree que nadie pueda, pero y si encontraba una persona que pueda arreglar el estado de Gregorio, volver a la normalidad todo. Entonces el señor Samsa se levantó de un golpesorprendiendo a todos los presentes. –Creo que tengo una mejor solución para esto- dijo el padre de Gregorio con un entusiasmo enorme-, no hace mucho tiempo conocí a una gran persona, una de las más grandes mentes que pueda existir, él puede curar a Gregorio.
Grete le encantó demasiado la idea, al fin una oportunidad para solucionar esto sin tener que botar a Gregorio, también se apenó mucho porhaber mencionado lo anterior, insistió mucho a su padre para que el día de mañana sino ese mismo día vaya a ver a su amigo; la señora Samsa apoyó la idea de Grete y el señor Samsa se retiró con su abrigo a visitar a su amigo.
No menos de 1 hora pasó para que el señor Samsa viniera acompañado con un hombre joven, estatura no tan alta, piel clara, mirada llena de curiosidad, entusiasmo y seguridad,esto le hizo recordar a Grete como se sentía antes de todo esto. El hombre se acercó: -Mucho gusto, mi nombre es Goethe- dijo con voz llena de confianza y confortabilidad, -Espero poder ayudarles con este problema-. Con mucha prisa llevaron al señor Goethe al cuarto donde se encontraba esta figura tan sola y extraña; abrieron el cuarto con suma delicadeza para que el señor Goethe viera que setrataba esto, por supuesto el señor Goethe se quedó conmocionado ante semejante visión, nunca había visto alguna cosa que se le pareciera, sin embargo no duró mucho para que entrara y comenzara a analizar a Gregorio, por parte de Gregorio se podía notar en su mirada que entendía lo que se estaba realizando allí, no hacía nada más que quedarse quieto para dejarse inspeccionar, el señor Goethe revisabadetalladamente a Gregorio parando varias veces para escribir unas notas en una libreta que traía consigo.
Al terminar con su indagación se acercó a los señores Samsa diciendo -es muy probable que esto si tenga solución, sin embargo no prometo nada, debo analizar al señor… -Gregorio- dijo Grete;
-al señor Gregorio en un nivel más interno, lo que quiero decir que elaboraré pruebas de sangre y sudorasí que necesitaré de la presencia de ustedes por seguridad-. Se retiró despidiéndose con un suave ademán; los siguientes cinco días se fueron muy rápidos nadie tuvo problemas con Gregorio, pues ya había la esperanza de una cura, además el señor Goethe era una persona muy amigable por lo cual hacía llenar a la casa con ese sentimiento de comodidad que hace mucho tiempo estuvo ausente.
Al cabo de...