Garantias de libertad
Páginas: 22 (5425 palabras)
Publicado: 16 de noviembre de 2010
GARANTIAS DE LIBERTAD
Condiciones y seguridades otorgadas al ser humano libre
Al artículo 4º. Constitucional se le ha venido utilizando por las últimas administraciones públicas para agrupar dentro de él, algunas condiciones y seguridades que el ser humano en libertad requiere como extensiones de su libertad física para desarrollarse conforme a su naturaleza dentro de una dignidad y unbienestar que finalmente le permitirá evolucionar y desempeñarse vivencialmente en forma óptima. Hasta la fecha se han distinguido estos derechos: el desarrollo de las lenguas de los pueblos indígenas, sus culturas, usos y sus costumbres, que ya se han trasladado al actual artículo 2º., la libertad de procreación; la protección de la salud; el derecho de vivienda digna y decorosa; y los derechos delos menores.
Dudamos mucho que todos los rubros anteriores pudieran constituir verdaderas garantías constitucionales exigibles al Estado mediante el ejercicio de la acción de amparo, pero debo dejar constancia que son derechos incluidos en el Capítulo constitucional que se aparta para garantizar los derechos fundamentales de México.
La libertad de procreación.
Engendrar, multiplicar laespecie, trascender la transitoriedad del ser humano proyectando a los nuevos seres nacidos de él su cultura, su tarea y sus arquetipos, es algo más que una facultad o potencialidad biológica connatural a la persona. En esencia es un movimiento del acto libre del ser.
La libertad de procreación, que implica precisamente todo lo anterior, es una moderna garantía constitucional vigente en nuestropaís a partir de los inicios del año de 1975, cuando se promulgó un nuevo artículo 4º. (el anterior se incorporó al 5º., y la fusión de ambos integra a la fecha la disposición única que garantiza la libertad ocupacional), principalmente en su tercer párrafo que dice:
Toda persona tiene derecho a decidir de manera libre, responsable e informada sobre el número y el espaciamiento de su hijos.Curiosamente, esta nueva disposición constitucional podría parecer –para un observador poco atento y ligero en sus apreciaciones-, contradictoria en su conclusión, si se examinan los antecedentes reales de nuestra actual civilización que son el fundamento de la adición constitucional que creó la libertad de procreación.
En efecto, sobre todo en la segunda mitad del siglo XX, se ha contempladocon gran preocupación y alarma el crecimiento mundial de la población –que genéricamente se conoce con el intencionado rubro de explosión demográfica-, y que en nuestro país alcanzaba grados muy destacables en el concierto universal. Se teme –y con razón-, que si el ritmo de crecimiento actual continúa, muy próximamente se llegará al extremo de ubicarnos en un status de hacinamiento demográfico yde carencias sociales tales, que ello impedirá o al menos pondrá en grave predicamento la existencia misma de la humanidad en nuestro planeta.
Ante tal planteamiento estadísticamente comprobado, se antoja que los ordenamientos jurídicos de los distintos países deberían tomar las medidas necesarias para impedir –expidiendo normas jurídicas adecuadas- la libre procreación de los individuos,sustituyendo este principio por su contrario: la imposición de una procreación legalmente planificada, pero que representaría una grave y definitiva limitación a la libertad procreacional.
Y decimos que sería ligera la conclusión de que la adición constitucional no es consecuente con el planteamiento –universal y nacional- de este incremento desproporcionado de la población, precisamente porque nose contempla con exactitud el debate que esta problemática real ha originado. Es una nueva etapa controversial del viejo dilema que se establece entre la libertad responsable frente a la autoridad prepotente.
Sería relativamente sencillo enfrentarse al problema de la llamada explosión demográfica, con medidas impositivas tales como la esterilización masificada, las altas tasas fiscales a las...
Condiciones y seguridades otorgadas al ser humano libre
Al artículo 4º. Constitucional se le ha venido utilizando por las últimas administraciones públicas para agrupar dentro de él, algunas condiciones y seguridades que el ser humano en libertad requiere como extensiones de su libertad física para desarrollarse conforme a su naturaleza dentro de una dignidad y unbienestar que finalmente le permitirá evolucionar y desempeñarse vivencialmente en forma óptima. Hasta la fecha se han distinguido estos derechos: el desarrollo de las lenguas de los pueblos indígenas, sus culturas, usos y sus costumbres, que ya se han trasladado al actual artículo 2º., la libertad de procreación; la protección de la salud; el derecho de vivienda digna y decorosa; y los derechos delos menores.
Dudamos mucho que todos los rubros anteriores pudieran constituir verdaderas garantías constitucionales exigibles al Estado mediante el ejercicio de la acción de amparo, pero debo dejar constancia que son derechos incluidos en el Capítulo constitucional que se aparta para garantizar los derechos fundamentales de México.
La libertad de procreación.
Engendrar, multiplicar laespecie, trascender la transitoriedad del ser humano proyectando a los nuevos seres nacidos de él su cultura, su tarea y sus arquetipos, es algo más que una facultad o potencialidad biológica connatural a la persona. En esencia es un movimiento del acto libre del ser.
La libertad de procreación, que implica precisamente todo lo anterior, es una moderna garantía constitucional vigente en nuestropaís a partir de los inicios del año de 1975, cuando se promulgó un nuevo artículo 4º. (el anterior se incorporó al 5º., y la fusión de ambos integra a la fecha la disposición única que garantiza la libertad ocupacional), principalmente en su tercer párrafo que dice:
Toda persona tiene derecho a decidir de manera libre, responsable e informada sobre el número y el espaciamiento de su hijos.Curiosamente, esta nueva disposición constitucional podría parecer –para un observador poco atento y ligero en sus apreciaciones-, contradictoria en su conclusión, si se examinan los antecedentes reales de nuestra actual civilización que son el fundamento de la adición constitucional que creó la libertad de procreación.
En efecto, sobre todo en la segunda mitad del siglo XX, se ha contempladocon gran preocupación y alarma el crecimiento mundial de la población –que genéricamente se conoce con el intencionado rubro de explosión demográfica-, y que en nuestro país alcanzaba grados muy destacables en el concierto universal. Se teme –y con razón-, que si el ritmo de crecimiento actual continúa, muy próximamente se llegará al extremo de ubicarnos en un status de hacinamiento demográfico yde carencias sociales tales, que ello impedirá o al menos pondrá en grave predicamento la existencia misma de la humanidad en nuestro planeta.
Ante tal planteamiento estadísticamente comprobado, se antoja que los ordenamientos jurídicos de los distintos países deberían tomar las medidas necesarias para impedir –expidiendo normas jurídicas adecuadas- la libre procreación de los individuos,sustituyendo este principio por su contrario: la imposición de una procreación legalmente planificada, pero que representaría una grave y definitiva limitación a la libertad procreacional.
Y decimos que sería ligera la conclusión de que la adición constitucional no es consecuente con el planteamiento –universal y nacional- de este incremento desproporcionado de la población, precisamente porque nose contempla con exactitud el debate que esta problemática real ha originado. Es una nueva etapa controversial del viejo dilema que se establece entre la libertad responsable frente a la autoridad prepotente.
Sería relativamente sencillo enfrentarse al problema de la llamada explosión demográfica, con medidas impositivas tales como la esterilización masificada, las altas tasas fiscales a las...
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