García Márquez
García Márquez, actor de cine
García Márquez quería ser guionista. Este oficio, hermoso pero ingrato, era muy raro en la Latinoamérica de la década del cuarenta. Quizás por eso, o para no escandalizar a su familia, el futuro autor de Cien años de soledad estudió Derecho.
Pero no terminó la carrera. El Bogotazo irrumpió con violencia en el panorama socialcolombiano, la Universidad cerró sus puertas y García Márquez empezó a trabajar como periodista, ganado por la urgencia de los hechos que sucedían a su alrededor. Trabajó más de un lustro, en Cartagena de Indias primero, y luego en Barranquilla, como columnista de El Heraldo. Se casó con Mercedes Barcha y terminó emigrando a Nueva York, como corresponsal.
Muy pronto tuvo problemas por el contenidorevolucionario de sus informes periodísticos. Por eso decidió instalarse en México con su familia, que ya contaba con el pequeño Rodrigo como primogénito, justo cuando comenzaba la década del sesenta.
Instalado en el DF, García Márquez trató de volver a su primer amor, aquel de escribir películas. En sus viajes periodísticos había visitado Cinecittà, había conocido a Fernando Birri, había estudiadonociones de montaje cinematográfico e incluso, en sus lejanos días de Barranquilla, había participado en la filmación de un cortometraje, La langosta azul, que empezaba hablando de unos moluscos radioactivos para terminar contando la historia de unos sencillos pescadores, con un tono francamente neorrealista.
Por eso, a la par de su carrera literaria, que comenzó seriamente por esos días, buscódesarrollar también su costado audiovisual. Empezó a frecuentar gente que compartiera sus inquietudes y así recaló en la casa de un tal Alberto Isaac, que hacía unas estupendas fiestas nocturnas en su casa, invitando a lo más granado de la sociedad intelectual del momento.
La flecha colimense
¿Y quién era Alberto Isaac? Por lo pronto, no parecía mexicano. Era alto, rubio, con un aire a WilliamHolden. Nadador profesional, a los diecisiete años ganó su primera medalla de campeón. Le decían La flecha colimense, porque vivía en Colima, un pueblo del interior de México.
Llegó a batir el récord centroamericano de natación, pero de un día para otro abandonó el deporte. Isaac era muy inquieto y se aburría pronto.
Desde muy joven, según palabras de su hijo Claudio, las cosas se le dieron muyfáciles. Todo lo que intentaba le salía bien. Se presentaba a las competiciones sin entrenar, pero terminaba superando a sus rivales sin esfuerzo.
Alberto Isaac creció entre mujeres. Sus tías, que lo recibieron en su casa cuando su mamá quedó viuda, tenían un cine en el pueblo. El pequeño Alberto aprendió a cargar el proyector y a hacer entrar gratis a sus amigos en la matinée. Se hizo adolescenteviendo todas las películas que se estrenaban.
De grande, ya en los años cincuenta, se mudó a la ciudad de México, que explotaba de artistas consumados que venían de distintos exilios y se rozaban con las nuevas generaciones.
Era un buen lugar para aprender.
Uno de los exponentes de la talentosa juventud mexicana fue José Luis Cuevas. Era dibujante, grabador, escultor e ilustrador, todo eso antesde cumplir los veinticinco años. Alberto Isaac lo conoció y se influenció de su manera de trabajar. Siguiendo su estilo se hizo cartonero. Vendía cartones, sí, caricaturas en tinta china para las contratapas de los diarios.
Con su natural simpatía y su estampa de Gran Gatsby, Alberto Isaac pronto conoció a Carlos Monsiváis, a Juan Rulfo, al crítico de cine Emilio García Riera, a la pintora ypoetisa Leonora Carrington y al mismísimo Luis Buñuel.
El perro aragonés
Triste, despreciado por un Dalí aliado con el franquismo, Buñuel había abandonado España y se ganaba la vida en Estados Unidos, doblando películas en castellano para el mercado latinoamericano. Un trabajo demasiado chato para él, que era el creador del surrealismo en el cine.
Un día se encontró por casualidad con la viuda...
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