IDEA DE LA POLTICA Manuel Garca-Pelayo, 1968 PLANTEAMIENTO Dos imgenes Una mirada a la realidad poltica circundante nos revela inmediatamente su carcter ambivalente. En efecto, tal mirada nos muestra, de un lado, que la poltica se despliega en la tensin, el conflicto y la lucha, sea entre conjuntos o constelaciaciones de Estados, sea entre estados particulares, sea, dentro de stos, entrepartidos, camarillas, intereses e ideologas la poltica se nos muestra desde esta perspectiva como una pugna entre fuerzas o grupos de fuerzas, y, por tanto, dominada por el dinamismo. De otro lado, que tal lucha normalmente se justifica por su referencia a una idea o un sistema axiolgicos, y que en medio de ella late el intento de encontrar un orden cierto de convivencia bajo cuya forma se desarrolle elfluir de los actos en los que transcurre la vida poltica. Y as, partiendo de la experiencia inmediata, se han manifestado desde los comienzos del pensamiento poltico dos imgenes antagnicas respecto a la naturaleza de la poltica, caracterizadas, respectivamente, por la acentuacin parcial de uno de los puntos de vista arriba indicados. Una imagen se centra en torno a la tensin y a la lucha, de modoque la poltica tiende a estar presidida por el momento polmico. La otra, en cambio, se ha centrado en torno al orden o la paz, con la consiguiente acentuacin del momento esttico. Cada una de ellas se corresponde, en ltima instancia, con dos intuiciones radicalmente distintas del mundo. La idea de la poltica como lucha significa la transferencia al campo poltico de la intuicin del mundo como algodominado por constantes antagonismos y, por tanto, en perpetua tensin y devenir, es decir, de la idea heraclitiana de que la guerra es la madre de todas las cosas, que todo se engendra de la discordia, que las cosas alcanzan un equilibrio tenso para oponerse de nuevo, y que nada es igual a s mismo, sino que todo est en perpetuo devenir y, en consecuencia, dominado por la temporalidad. En cambio, laidea de la poltica como orden o paz significa la transferencia al campo poltico de la intuicin del mundo como algo dotado de orden permanente y, por tanto, no creado por la lucha ni impuesto por la voluntad, sino revelado por la razn, idea que tiene como trasfondo la concepcin parmnica del ser como algo idntico consigo mismo, como lo que no deviene, pues el devenir es la transformacin del no seren ser o del ser en no ser el tiempo histrico sera, as, corruptor del verdadero ser de las cosas, y el ideal de la convivencia poltica sera construirse con arreglo a un orden inmutable dado en la naturaleza de las cosas. Adems, en el fondo de cada una de estas imgenes radica una idea antropolgica lmite, a saber el hombre es radicalmente malo, torpe e insociable, en cuyo caso su existenciatranscurre en la rebelda contra todo orden, slo limitada por un poder ms fuerte o bien, el hombre es esencialmente bueno, inteligente y sociable, aunque las circunstancias histricas lo hayan hecho transitoriamente malo y, entonces, una vez superadas estas circunstancias, su existencia transcurrir naturalmente por las vas pacficas. Se trata, como decimos, de ideas extremas que en la historia del pensamientono siempre se muestran de manera tan simple ni contradictoria, pero cuya dilucidacin contribuye a esclarecer las configuraciones asumidas por el tema en la historia del pensamiento. 2. Los conceptos centrales La poltica intuida como lucha gira en torno al poder, es ms, tiende a disolverse en relaciones de poder, pues no hay lucha sin poderes contrapuestos, y, al girar en torno al poder, tienecomoa supuesto el despliegue de la voluntad, pues justamente el poder supone una resistencia a la que la voluntad trata de allanar. En cambio, la poltica intuida como paz o como orden gira, si es lgica consigo misma y haciendo abstraccin de casos extremos a los que aludiremos ms tarde, en torno de la justicia, a la que puede entenderse sea como un orden natural y objetivo de las cosas, que no es...
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