García y Kawabata

Durmienta es gris y pesado, Memoria de mis putas tristes nos muestra un tono mucho más claro y brillante.
Amor entre un hombre casi inútil y una chica fresca, paraKawabata Yasunari, es una verguenza, es un pecado, es inperdonable, debe ser escondido en un rincón invisible, a pesar de tanto deseo hacia este amor. Para GarcíaMárquez, es una gloria, una hazaña, que merece la pena disfrutarlo, ostentarlo, a psar de que el protagonista ya tiene noventa años de edad, y más de diez años mayordel protagonista de Durmienta.
No sólo diferencia entre las dos culturas, también diferentes caracteres de los dos escritores. García no es Luis Borges, MarioVargas Llosa no podía aguantar su efución tampoco. Es un García que vivía en Cartagena, bajo el sol del Caribe y del azul del mar, estaba nutrido.
Es solitario, notiene amigo, no tiens amor de los padres, e incluso, es postiza la pulsura que le dejó su madre, y su esposa recién casada se fue con otro hombre... al estar cerrando elsistema respiratorio y terminando de trabajar el organismo del cuerpo, él, a ella la ve por fin, es una alegría, una sorpresa, una hazaña que merece de ostentar yun brindis que ha de disfrutar y emborracharse.
Todos somos solos en este mundo, tanto en la isla como en la montaña, tanto en el campo como en la ciudad, tanto enel oriente y el occidente. Estamos buscando nuestra propia sombra en otra imagen durante toda la vida.
En otra tierra, él, a ella la ve también, es una alegríaigual, pero a la vez, una vacilación, un error, un pecado. Es un muro, un muro moral imposible de trepar.
A veces, amor no es amor, es una regla de moralidad.