Gas lift
El primero de noviembre de 1961, día cristiano de todos los santos, en horas de la noche, cae en combate la estudiante universitaria y militante del Partido Comunista de Venezuela (PCV) Livia Gouverneur, en una operación de hostigamiento contra cubanos bastisteros que se hospedaban en la quinta “La Hogareña”, en la Av. Principal de Las Acacias, en El Recreo,Caracas.
Esta muerte es la primera que registra la Juventud Comunista de la época que venía preparándose militarmente para enfrentar el gobierno adeco de Rómulo Betancourt.
A continuación presentamos fragmentos de un libro que saldrá pronto llamado “La Noche de todos los Santos” que presenta entrevistas a dos de los sobrevivientes de eso sucesos y el documento incautado al embajador gringo TeodoroMoscoso, leído por el Che en Punta del Este. La mayoría de los diálogos de que presentamos – remozados por el autor- son recogidos de testimonio de quienes vivieron y militaron al lado de ella.
Las últimas horas de Livia
Una pertinaz lluvia cae sobre Caracas. La tormenta azota fuerte la parte norte de la ciudad, este año el “Cordonazo” no anuncia el fin de las lluvias que se prolongan hastafinales de mes. El torrente de agua baja de La Pastora hacia el centro produciendo efectos por las represas que hacen los niños con piedras y cajas. Muchos de ellos fabrican barcos de papel, otros con su ingenio lo hacen de madera. Una pequeña tabla, unos cuatro clavos y pabilo alrededor simulan naves que bajan a gran velocidad y se pierden bajo los carros o chocan contra las aceras.
Escampa. Livia seasoma al portón de la casa y grita: “Bueno muchachos, vamos a ver quién llega primero a la pared de arriba” y señala al norte, en subida, en la pared del seminario. Cronómetro en mano grita: “Ya…”.
Livia Margarita Gouverneur Camero había nacido en San Agustín, caraqueñísima parroquia, en su parte norte, un 15 de julio de 1941. “Muy cerca del antiguo cine Junín”, dicen los que la recuerdan. Yagregan, “en lo que hoy en día es una residencia con el mismo nombre, en la avenida Lecuna antes de llegar a Parque Central”.
– Livia por favor, sale doña Lola, madre de Livia, al medio de la calle, ayúdame con los niños que se van a enfermar, grita con cierto acento llanero.
– Ah, caraj… Livia jugando con los muchachos, de cuando acá, piensa para sus adentros.
– Mamá, recordé que debo ir a launiversidad, a seguir con el trabajo de campo…se me hace tarde, responde dando la vuelta violentamente y caminando muy rápido.
Con un gesto se despide de los muchachos, hermanos y vecinos. Entra velozmente al cuarto carga con una muda de ropa y sus enseres personales. La madre la mira, se le acerca y la abraza, al tiempo que le susurra al oído: “cuídate mija, la cosa no está muy buena para que andespor ‘ai’.”
– Despreocúpate, vieja que yo me sé cuidar, responde Livia mirándola fijamente a la cara.
– Claro que tengo que preocuparme, las garantías están suspendidas y hay muchos tiros de noche, carros fantasmas disparando y muchos muertos, dice doña Lola con énfasis. Y agrega: “los adecos no andan con vainas, fíjate lo que dice el periódico de las bandas que con cabillas y pistolas entran yacaban con reuniones...”
– Ujú, ya vas a empezar, ataja Livia, no te extrañe que un día de estos me traigan muerta –, suelta Livia sorprendiendo a su mamá.
– Muchacha del cipote, no digas tanto disparate, exclama doña Lola mientras se persigna y agrega: “que tanta vaina tenemos con que seas comunista. Mira que Betancourt dijo que hay que disparar primero y después que averigüen… lo que estás...
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