Gasto publico
Un ejército de 397 personas se enclaustra durante cuatro semanas en un búnker de laSecretaría de Hacienda con una sola misión: decidir en qué se gastará y qué se hará durante 2011 hasta con el último centavo que le entre al gobierno federal.
Ni los brotes sicóticos ni los infartos registrados, y mucho menos un administrador de sistemas que terminó tres veces en terapia intensiva por la pancreatitis que le provocó el estrés, han impedido o retrasado la entrega del proyecto dePresupuesto a la Cámara de Diputados.
Este ejército está entrenado para cumplir con el plazo que marca ley: entregar la propuesta de gasto del gobierno federal el día de hoy, 8 de septiembre, en San Lázaro.
Son economistas, numerólogos, actuarios, matemáticos, informáticos, ingenieros y abogados. Pertenecen a la Subsecretaría de Egresos de la Secretaría de Hacienda. De esta oficina, cuando teníanivel de Secretaría de Programación y Presupuesto, salieron tres Presidentes de la República: Miguel de la Madrid, Carlos Salinas y Ernesto Zedillo.
Ya todos los semáforos están en verde y ya cuadraron los más de tres billones de pesos que se gastarán el próximo año. Su misión ya está casi cumplida.
Hoy, esta fuerza de tarea dormirá tranquila. Sólo tendrán un mes para recuperar su vida yrestablecer su salud y horas de sueño, porque a partir de la última quincena de octubre y hasta antes del 15 de noviembre volverán los desvelos y la fatiga.
La segunda y última misión es salir de su búnker de Hacienda para trasladarse al Palacio Legislativo de San Lázaro y hacer cuadrar una vez más las cifras y cambios que los diputados acuerden. A ellos les toca otra vez poner en verde los semáforosdel flujo del dinero: más de tres billones de pesos.
Con estos recursos se pagarán el sueldo de un médico o un maestro, la pensión de un ferrocarrilero, los gastos funerarios de un trabajador de las Fuerzas Armadas, las incapacidades de las embarazadas, las becas, la construcción de hospitales, escuelas y museos, el trazo de una carretera, los recursos para el tren suburbano, el Túnel del EmisorOriente, la inversión para la refinería de Hidalgo y hasta la compra de un buque de la Marina.
Todos, el Presidente de la República, gobernadores, alcaldes y secretarios de Estado tienen que cabildear con este batallón de economistas para lograr más recursos en sus sectores. Pero esta Subsecretaría es difícil de convencer, porque también tiene la encomienda de evaluar en tres meses la viabilidad,el costo y beneficio de cada proyecto de inversión que reciben del gobierno federal.
Por ejemplo, para 2011 rechazaron la propuesta de inversión de Pemex para embotellar agua, la construcción de una carretera de cuatro carriles en una localidad donde la afluencia vehicular es mínima y la construcción de una unidad de investigación de cáncer, porque argumentaron que lo que hacía falta eran camaspara atender a los pacientes. La unidad de investigación se convertirá en una torre de hospital.
La luz verde se la dieron a proyectos ambiciosos como el convertir al Puerto de Veracruz en un punto estratégico de desarrollo industrial, la refinería de Hidalgo y las camionetas equipadas para combatir el cáncer de mama.
Estos analistas financieros cuidan también que cada peso que se gaste vaya deacuerdo con el Plan Nacional de Desarrollo propuesto por el presidente Felipe Calderón, que sea prioritario y que beneficie al mayor número de habitantes posible.
La lucha por hacer cuadrar los números
Ya es sábado 4 de septiembre y es la una de la mañana. Ernesto Cordero, secretario de Hacienda, llega al búnker de Constituyentes para reunirse con sus ocho hombres de confianza en materia de...
Regístrate para leer el documento completo.