Gato Encerrado
“Los gatos son misteriosos;
pasa más por su mente de lo que nunca podríamos imaginarnos”
Sir Walter Scott
Imaginemos una habitación bien iluminada, un gran laboratorio,quizá. Al centro, justo debajo de la lámpara que, inmóvil, pende del techo hay una mesa de metal vieja pero maciza. Las paredes pulcras parecen detentar la autoridad de aquellas los laboratoriosprestigiosos. En contraste un hombre sucio, con una bata arrugada, recostado sobre sus brazos mira fijamente hacia… ¿La pared? ¿Su bloc de notas? ¿La pluma que empuña con desgana? ¿La caja gris postrada justoen el centro de la mesa? Es difícil precisarlo, quizá ni siquiera miraba fijamente algún objeto sino que sus contemplaciones iban hacia algún punto distante del plano material.
Una caja gris… demetal, posiblemente. Debe ser una caja muy pesada, es más o menos grande. En su interior hay un matraz de vidrio cerrado que contiene un gas muy venenoso y hay también un dispositivo con un materialradiactivo que tiene cincuenta por ciento de posibilidades de quedarse justo como está y las mismas de desintegrarse y dejar caer sobre el matraz una pesa de metal rompiéndolo y liberando el gas. Estosería irrelevante si no hubiese en la misma caja un gato. Un gato espantado que ante la incertidumbre y sin la pierna de algún humano o por lo menos la pata de algún mueble para restregarse una y otravez, hundido en sus pensamientos, no tuvo más remedio que intentar establecer contacto con el exterior.
Rasguño tres veces la tapa de la caja que estaba más alejada del matraz y sus gasesenvenena-gatos, con la vana esperanza de que se abriera. Nadie respondió y el gato, desconcertado, recurrió a su último recurso: gritó para asegurarse de que no estaba solo en esa aventura.
La voz ronca ydesinteresada de un hombre mayor respondió:
– Por favor, no me distraigas, ¿qué no ves que debo esperar atentamente a que el mecanismo abra la caja y registrarlo todo?
Al gato le cayó...
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