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La Corte Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos: una utopía convertida en
realidad
por Sebastián Alejandro Rey
Unidad 23
El 2 de julio de 2006 prestaron juramento los once jueces que integrarán la Corte
Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos (en adelante, la Corte). Este hecho
marca el fin de un proceso que resultaba impensado a fines de la década del ‘70, cuando
en elcontinente africano ni siquiera se había adoptado un tratado regional sobre
derechos humanos. Sin embargo, el camino fue arduo y lento y aún existen numerosas
dificultades para que el Tribunal pueda cumplir sus funciones exitosamente.
1) La Carta Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos
El contexto de la creación de la Carta Africana de Derechos Humanos y de los
Pueblos (en adelante, la Carta)resultó particular debido a la actitud complaciente de los
Estados africanos con respecto a los regímenes dictatoriales de la década de los ‘60 y
‘70, por lo que principios como la no injerencia en los asuntos internos y la seguridad e
integridad territorial de los Estados miembros de la Unión adquirieron singular
importancia. Esto motivó la ausencia de importantes disposiciones en materia deprotección y promoción de los derechos humanos en la Carta de la Organización de la
Unidad Africana de 1963.
A partir de allí, diferentes factores internos y externos, y especialmente la
bipolarización ideológica del continente como resultado de la Guerra Fría, condujeron a
la adopción en 1981 de la Carta (también denominada “Carta de Banjul”) como un
documento de compromiso más que como elresultado de un auténtico debate sobre la
protección y promoción de los derechos humanos en el continente. Una clara prueba de
ello son la limitada competencia de la Comisión Africana de Derechos Humanos y de
los Pueblos (en adelante, la Comisión) y el hecho de que en toda la Carta no se haga
mención en ninguna parte a la democracia como requisito para la promoción de los
derechos humanos.Del análisis de las disposiciones de la Carta, que entró en vigor el 22 de octubre de
1986, se desprende que es una adaptación de los textos internacionales de derechos
humanos a las realidades africanas. De este modo, se destaca la supremacía de los
derechos colectivos sobre los derechos individuales y la recuperación colectiva del
pasado africano y su legitimación, mediante repetidasreferencias a la civilización y
tradiciones africanas. Asimismo, se nota una clara jerarquización de derechos: en primer
lugar, los derechos colectivos, después los derechos económicos y sociales, y por
último, los derechos civiles y políticos.
Por otra parte, se pone un énfasis importante en los derechos de solidaridad y de
cooperación, a la lucha contra la dominación extranjera, a la igualdadentre los pueblos
y la preservación de los valores morales africanos. Así, la Carta se distingue de los
demás sistemas internacionales de derechos humanos por ponderar la interdependencia
entre el individuo y la comunidad y entre los derechos y deberes.
Siguiendo a Mbuji, la Carta es un claro reflejo de la falta de voluntad de los
dirigentes africanos de comienzos de la década de los ‘80 delimitar el poder del Estado,
toda vez que se priva a los derechos en ella reconocidos de una protección jurídica
adecuada, privilegiando la conciliación en detrimento de los métodos jurisdiccionales, a
la vez que se establecen múltiples restricciones a los derechos políticos y civiles que
hacen casi imposible su disfrute.

2) La Comisión Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos
Adiferencia de los sistemas europeo e interamericano donde las Cortes fueron parte
integral del sistema de protección de los derechos humanos, en el caso africano esta
tarea estaba a cargo de la Comisión, un órgano cuasi-judicial, basado en la experiencia
del Comité de Derechos Humanos.
Así, el artículo 30 de la Carta establece las funciones de la Comisión: la promoción
de los derechos humanos...