Generación del centenario
“El historiador no debe olvidar nada; todo lo debe recoger para presentar al Mundo y a la posteridad los hechos tal como han pasado; los hombres tal como han sido,y el bien y el mal que han procurado”. (SIMÓN BOLÍVAR PALACIOS1783-1830)
LA GENERACIÓN DEL BICENTENARIO
Por Marta Lucía Fernández Espinosa
El cadáver combatiente de José Martí, quien con tres heridasmortales seguía cabalgando contra los españoles en 1895 y a sólo 42 años de su nacimiento en aquel 19 de mayo, quedó en manos de sus enemigos. Ni siquiera los mismos españoles que veían en Martí la figura del gran enemigo político pudieron dejar de reconocer en él la hidalguía y pese a que fueron seguidos de cerca por soldados cubanos insistieron en darle la inhumación que para ellos era humana yque entonces llamaban cristiana sepultura. Un cadáver combatiente digo porque a pesar de estar herido de muerte insistía en su ideal de lucha a lomo de caballo. Un cadáver combatiente porque enterrado y desenterrado desde su fallecimiento hasta su entierro definitivo ocho días después, no se hallaba a gusto en el olvido. Sus enemigos tuvieron cautela de identificarle rasgo a rasgo desde suparticular historia de dolencias físicas antes de embalsamarle y en los posteriores entierros, sus propios compañeros de luchas volvieron a verificar que en efecto se trataba de Martí. Un cadáver combatiente porque un héroe de tal magnitud no muere de enfermo mientras todavía puede prestarle las venas a su sueño.
Treinta y tres años antes del nacimiento de José Martí, un americano que es reconocidoen el mundo con el nombre de El Libertador, era declarado muerto, en las condiciones de decadencia y cansancio prematuro para un ser que con 47 años de edad y el talento para no arredrarse ante la enfermedad resultan a todas luces increíbles; un hombre entristecido, desolado, olvidado por sus libertados y abatido por una tuberculosis a solo dos años de la Conspiración Septembrina. Un hombreamado y conocido de cerca por Manuela Sáenz a quien las autoridades de Bogotá expulsan de Colombia cuando acude ante la noticia de la muerte de Bolívar, y quien exiliada en Jamaica intenta cinco años después regresar a su natal Ecuador para encontrarse que su pasaporte había sido revocado. La muerte de Bolívar deja sospechosamente tranquilos a sus enemigos para desempeñar la tarea de acabar con elsueño de la Gran Colombia y gobernar sin oposición. Desde entonces para Colombia iba quedando claro que todo gobernante debe ser partidario de la oligarquía sin miramiento alguno, porque cualquier noción ideológica contraria a este precepto hará pasar por las armas aun a cualquier hijo de la oligarquía que ose acercarse a la idea de liberación, así lo haga desde las mismas nociones liberalesmodernas, a quien no le negarán el título de subversivo.
Un fantasma cabalga desde entonces las Américas, uno que no deja ni a sol ni sombra tranquilas las conciencias de quienes han heredado el poder mal conseguido desde el principio con una muerte tan oportuna y favorable. Ese fantasma hoy más que nunca se reclama vivo y construye el camino hacia el sueño posible de libertad que a doscientosaños de su muerte aun no se ha consolidado.
Luego del período de la Violencia en Colombia, en el que los más pobres conquistados para la guerra bajo el ícono de Jorge Eliécer Gaitán se inscribieran en las filas de los liberales y se prestaran a nombre de la justicia social a derramar su sangre; la oligarquía se sentaba tranquilamente a discutir el nuevo reparto político bajo el Frente Nacional,dejando en manos de una dictadura provisional el cuidado de las condiciones civiles hasta el regreso de la nueva arremetida burguesa. Liberales y conservadores coinciden que en realidad sus diferencias son pocas o inexistentes cuando logran acuerdos fundamentales y se burlan a espaldas del pueblo de sus territorios ensangrentados y de su noción de democracia, apareciendo como un solo partido que...
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