generacion del 27 poetas y poemas
Poema: 35 BUJÍAS
Sí. Cuando quiera yo
la soltaré. Está presa,
aquí arriba, invisible.
Yo la veo en su claro
castillo de cristal, y la vigilan
—cien mil lanzas— los rayos
—cien mil rayos— del sol. Pero de noche,
cerradas las ventanas
para queno la vean
—guiñadoras espías— las estrellas,
la soltaré. (Apretar un botón.)
Caerá toda de arriba
a besarme, a envolverme
de bendición, de claro, de amor, pura.
En el cuarto ella y yo no más, amantes
eternos, ella mi iluminadora
musa dócil en contra
de secretos en masa de la noche
—afuera—
descifraremos formas leves, signos,
perseguidos en mares de blancura
por mí, por ella,artificial princesa,
amada eléctrica.
ROGELIO BUENDÍA BUENDÍA nació en Huelva el 14 de febrero de 1891. Doctor en Medicina, pronto se interesó por la literatura. Pertenece como poeta a la Generación del 27, aunque se inició en la estela, ya algo pasada, del Modernismo como queda patente en sus tres primeros libros: al que corresponden sus tres primeros libros poéticos, “El poema de mis sueños”(1912), “Del bien y del mal” (1913) y “Nácares” (1916). Con su libro “La rueda de color” (1923), donde acogía poemas ya publicados, se situó en el Ultraísmo. Este libro le permitió entrar en contacto con Fernando Pessoa, de quien será el primer traductor al español. En la línea neopopular y gongorista se sitúa “Guía de jardines” (1928). Un paso más en la trayectoria de vanguardia supone “Naufragio entres cuerdas de guitarra”, próximo al surrealismo. Tras su sexto libro de poemas, Buendía no volvió a publicar libros, aunque seguirá escribiendo hasta su muerte. También dirigió revistas literarias como “Renacimiento y Centauro” de Huelva, y colaboró asiduamente en las vanguardistas “Los Quijotes”, “Tableros”, “Grecia” y “Cervantes” entre otras.
Al acabar la guerra fue desposeído de suscargos profesionales. Desde 1946 hasta su jubilación ocupó en Elche la plaza de médico titular. También escribió dos novelas cortas: La casa en ruinas (1913) y La dorada mediocridad (1923).
Murió en Madrid, el 27 de mayo de 1969.
INTERMEDIO
(Rogelio Buendía)
Por el cristal, la vida. Bajo mis pies, la tierra.
No hay nadie en la planicie erizada de lenguas
que forman las ardientes llamas...
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