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En el presente ensayo se expondrá el punto de vista de Carl Rogers en cuanto al papel del terapeuta, el cliente y la relación terapéutica que se desarrolla entre ambos, así como este enfoque seconvierte en una herramienta crucial para llegar a utilizar en el proceso sexológico.
Para hablar de un proceso terapéutico nos debemos remitir al padre de la psicología. S. Freud, quien fue elprimero en considerar la importancia que tienen las estructuras mentales en la vida de las personas, dividiéndolas en ello, yo y súper yo explicando que según nuestro actuar podemos ser guiados por estas;sin embargo, también nos habla de los pensamientos conscientes, inconscientes y preconscientes que determinan nuestras acciones, los cuales se pueden presentar incluso en nuestros sueños.
Para esteautor el proceso terapéutico era dirigido por el analista, quien suponía, tenía el mayor conocimiento del proceso incluso que la misma persona que acudía a consulta, catalogándolo y etiquetándolosegún sus características, y por lo tanto dando un tratamiento según su patología.
Este modelo de tratamiento es replicado por un sinfín de terapeutas, quienes se basan en el supuesto de que son los“expertos”, y por lo tanto tienen la capacidad y responsabilidad de etiquetar y clasificar a las personas basándose en lo que ellos llaman patología o enfermedad, lo cual crea una línea divisora entre elconsultante y su terapeuta.
Una de las herramientas que utilizan este grupo de analistas es el DSM, en donde identifican los criterios que presenta el paciente para clasificarlo en alguna patologíay posteriormente poderlo tratar, sin embargo, este manual se ha ido modificando según las necesidades de la comunidad de salud mental.
El conocer este procedimiento nos ayuda a entender la necesidadde Rogers para dar una alternativa a las personas, sin ser catalogadas o incluso violentadas por su terapeuta.
Para él uno de los elementos principales en la consulta terapéutica es la empatía...