Genios descansando

Genios encerrados
Zigzagueando, al atardecer, Alfonsina corrió y saltó cuesta abajo sin prever algún infortunio; llevada por sus propios deseos y ansias de escapar lo antes posible de aquel aprehensor de almas, de espíritus jóvenes, de corazones latientes, de mentes alejadas; de aquel lugar donde las pisadas son certeras, los olores enigmáticos; donde mujeres y hombres de blanco, quizá parasimular la paz, contrarrestan con las inquietudes de los ocupantes. Alfonsina, corrió; sí, voló de aquella casa de locos.
Seis de la mañana. Julio Cortázar, desde su habitación seguía mentalmente los quehaceres de las enfermeras apoyado por el gran oído que había desarrollado después de años de encierro; recostado en la cama con el borde de la sábana entre los dientes; lanza suspiros, brota losojos, levanta las cejas, o se encoge de hombros según los diferentes sonidos que alcanza a percibir. Levanta la sábana cubriéndose la cabeza al oír los pasos de Mirta que se aproxima a su habitación y para sacarlo aún más de quicio, el tremendo golpe que al abrirse propicia la puerta contra la pared. Mirta, con la voz en cuello, algo que la caracteriza, aunque esta vez en un tono más afable ordena:- Julio, Jorge Luis, al jardín!-.
Sé que este par de adormilados, ``mosquitas muertas`` perciben más de lo que aparentan, se dijo así misma, mientras con sus pasos firmes, se dirige a la habitación contigua.
- Cristina, por favor!, de una buena vez reúne a los...¿cómo decirlo?, tú sabes…, los que tienen más horas de estabilidad, para encontrarnos en el jardín; urge saber dónde se metió laStorni.
La tensión reinaba más que nunca en el recinto, pues esta vez los alterados no eran solamente los enfermos, sino, las enfermeras!
-Mirta, acá están los… como tú llamas, ``conmayorhorasdeestabilidad``, y la verdad no sé qué pretendes con este encuentro, porque para querer dialogar o peor aún, negociar con ``mentes inestables``, la loca tenés que ser vos!-, recriminó la mano derecha de Mirtade manera discreta.
Julio percibiendo todo cuanto ocurría llamó la atención de su compañero de sueños.
- Jorge Luis, presiento que las filisteas traman algo INTELIGENTE por primera vez en su vida.
- Julito, vos siempre paranoico y atento a charlas sin importancia. Seguramente hoy nos darán otros de sus sermones y sus argumentos serán…déjame adivinar…estamos en primavera, mes de lasflores…,así que nos dirán “si quieren salir a mirar el mundo y la alegría deben mantenerse callados, tranquilos y no objetar nada para así curarse, entonces les podremos dar de alta para que disfruten la vida que hay afuera, detrás de estos muros…bla,bla,bla..”
- No, no, no Jorge Luis, esta vez es diferente, lo pude notar desde muy temprano, los sonidos no eran los rutinarios; mas bien percibí agitación,inquietud, enojo, sobre todo en Mirta, algo ocurrió y creen que nosotros lo sabemos.
- Cada día tu hipersensibilidad me asombra más, Cortázar.
Algunas mujeres que se encontraban justo frente a ellos, comenzaron a reír estrepitosamente.
- Juana, cálmese, no es ninguna broma lo que acabamos de contarles- ¿dónde vieron ayer por última vez a Alfonsina? - recalca Cristina, la enfermera.
-(carcajadas)Por supuesto, sé que no se trata de ninguna broma, ¿acaso usted no comprende lo hilarante del asunto?: Alfonsina, vieja amiga y compañera de alambicados deleites, como ser las letras, con los sentimientos más profundos que una mujer pueda sentir, experimenta al igual que yo esos deseos de expresar nuestra condición y reclamar nuestros derechos a la expresión. Nosotras preferimos residir en unespacio poco confuso y bastante espontáneo, pensando desde adentro las situaciones imaginarias que no se deciden a desprenderse de las experiencias vividas. Y bueno, creer que ella, Alfonsina, es la misma que ante los ojos de ustedes es la más hermética, la más taciturna de todas nosotras me resulta fascinantemente hilarante¡¡¡
- Mirta, Mirta!, te lo advertí, de este grupo no vas a conseguir...