Genocidio silencioso

Censura y autocensura, los escollos de la libertad de prensa.
Jorge Mario Iriarte Mendoza
Cerraron la revista Cambio después de décadas de circulación. Antes de llamaba Cambio 16 y era propiedad, entre otros, del escritor colombiano Gabriel García Márquez. En una operación financiera y accionaria pasó a manos del Grupo Santo Domingo, conocido hoy en día como Valorem. Este holding empresarialtambién es dueño del diario El Espectador.
El caso es que después de haber sido reinventada la revista, con capital fresco para seguir funcionando, con el respaldo de una importante casa editorial tuvo que clausurar su redacción impresa.
No nos consta, no me consta, y será muy difícil saberlo, pero su último director, Rodrigo Pardo, una de sus emblemáticas columnistas, Maria Elvira Samper, y elperiodista Daniel Coronell a través de su columna en la revista Semana, atribuyen el hecho de ciertos problemas con los pautantes a haber sido este medio el que destapó el sonado escándalo de Agro Ingreso Seguro en el cual estuvieron implicados varios funcionarios del pasado Gobierno.
Es difícil comprobar que desde el Ministerio de Agricultura estuvieron presionando para cerrar un medio tanimportante. Lo que sí se puede sacar como moraleja es que es un caso más de la cesura ejercida con varias armas y herramientas a los comunicadores. Desde tratar de cercenar la información a través de amenazas, intimidaciones, cancelación de pauta publicitaria (muy dado en Alcaldías, Gobernaciones y entes gubernamentales cuando les publican un informe, noticia, etc, que no les conviene), y persecuciónjudicial.
Entonces, ¿cómo se puede hablar de libertad de prensa ante esta situación? Esta misma pregunta se la hice al reconocido columnista Rodrigo Bejarano. La respuesta de él fue que para su caso personal nunca había tenido problema desde la cabeza del medio en que el escribe, es decir, nunca le han dicho que tal cosa la puedes publicar y esto sí. Pero él fue víctima de las famosasinterceptaciones que hicieron desde la oficina de inteligencia del Departamento Administrativo de Seguridad, DAS. La conclusión que saca este abogado, es que sí hay censura en Colombia, sí atentan contra la libertad de prensa, pero que su caso particular es distinto al de otros.
Existen derechos consagrados en la Constitución Política, en la Declaración Universal de los Derechos Humanos, en pactosinternacionales, pero ¿se hacen cumplir? Hay también ONGs, agrupaciones, fundaciones y comités conformados por periodistas, medios y organizaciones que velan, protejen y apoyan a los medios y comunicadores. Sin embargo, las cifras siguen siendo desalentadoras.
Gustavo Granero es periodista argentino y vicepresidente de la Sociedad Interamericana de Prensa, decía en su conferencia “Libertad de Prensa,riesgos del periodista y mecanismos de protección”, que existen muchas clases de censura. Empezaba argumentando que es fácil censurar a los periodistas cuando el 70% de estos no son trabajadores registrados, en otras palabras cuando se es un trabajador informal y con necesidades.
Granero concluía que va a ser muy difícil que haya libertad de prensa si existe cuando “el bien comercial supera albien social”, cuando “hay uniformidad de voces”, cuando “hay una visión mercantilista de la noticia”, cuando “no existe una conciencia en la sociedad de la importancia del periodismo, porque la gente no se da cuenta de que cuando matan a un periodista matan la voz de un pueblo”.
En conclusión, la libertad de prensa existe como un artículo en la constitución, como un deber ser de la sociedad, másno como una realidad. Es un bien que solo algunos privilegiados gozan en sociedades verdaderamente democráticas. Colombia que supuestamente es una democracia, observa inmune, insensible como un presidente ataca y deslegitima a los medios y a ciertos periodistas.
Ahora, la democratización de ese bien privilegiado debe ser parte de la lucha constante de la sociedad, no solo del gremio asociado...