Genocidio
Aunque 1.300 presos fueron ejecutados en Estados Unidos desde el restablecimiento de la pena capital en 1976, 142condenados a muerte fueron liberados. Anthony Graves, un hombre de Texas, fue el número 138.
"Se llevaron 18 años de mi vida que jamás podrán devolverme", contó Graves, de 48 años, acusado falsamente delasesinato de seis personas, incluidos cinco niños, en 1992.
"¿Cómo se puede recompensar a un hombre al que le han quitado tanto? Me deben todavía la oportunidad de criar a mis hijos, me robaron lacapacidad de tomar decisiones libres", declaró a la AFP durante una entrevista realizada en Houston, donde "aprecia todas las pequeñas cosas de la vida" desde que salió de prisión en octubre de 2010.Este padre de tres hijos fue condenado a muerte en 1994 tras ser nombrado sin pruebas por el autor de la masacre, un primo lejano. Fue condenado por la mera "teoría" de que el crimen no podía habersido cometido por una sola persona.
En 2000, el asesino confesó haber mentido, pero Graves permaneció preso 10 años más en su celda en Livingston, Texas, "el peor lugar imaginable, el infierno enestado puro, donde 24 horas al día, siete días a la semana, por 18 años y medio, pude sentir el caos, la tristeza y el sufrimiento", recordó.
Dos veces escapó de la muerte, pero estuvo allí en 300ejecuciones, la mayoría de gente conocida "que se habían convertido en mi familia", dijo Graves, en momentos en que Texas (sur) se prepara para llevar adelante el miércoles su ejecución número 500desde el restablecimiento de la pena de muerte en el país.
Reformas significativas
La fiscalía concluyó que Graves era "un hombre inocente" 16 años después de su procesamiento. "Luego de meses deinvestigación y de haber hablado con todos los testigos en este caso, luego de mirar debajo de cada piedra posible, no hemos encontrado ninguna prueba creíble que vincule a Anthony Graves con los...
Regístrate para leer el documento completo.