Gente inteligente
Cierto día, un granjero decidió hacer un corto viaje fuera de su pueblo para visitar a unos parientes.
Como no podía dejar la granja sola, su mujer se quedó,pero le recomendó:
-Anastasia, volveré dentro de tres días. Si en ese tiempo viene el comprador del ganado, puedes venderle esas vacas; debe pagarte trescientos pesos y ni un centavomenos, ¿entendiste?
-Vete tranquilo, haré lo que me dices.
-¡Ay, mujer! Eso dices, pero ya sé que de niña te golpeaste la cabeza y por eso estas algo bobita. Ten mucho cuidado –dijoel granjero y se marchó.
Justo al día siguiente llegó el comprador del ganado, quien quería las tres vacas. Al escuchar el precio que debía pagar por ellas, respondió:
-Pagaré lostrescientos pesos con mucho gusto, pues es un precio justo. Me llevaré los animales ahora mismo.
Y diciendo y haciendo: abrió el corral y comenzó a sacar las vacas una por una, perola mujer lo tomó por el brazo y le dijo:
-Un momento, señor. No se las puede llevar si no me paga primero.
-Está bien- contestó el hombre-, pero resulta que olvide mi bolsa dedinero en la casa. No te preocupes, amable mujer, te dejaré algo en garantía de que volveré a pagarte. Te dejaré algo en garantía de que volveré a pagarte. Te dejaré una vaca, sólo mellevaré dos, así tendrás garantizado que regresaré.
La mujer quedó muy convencida, y cuando el hombre con las vacas se fue, pensó: “¡Mi marido se alegrará muchísimo cuando vea queactué con tanta inteligencia!”
Al término de tres días el granjero volvió a su casa y lo primero que preguntó fue si habían vendido las vacas.
-Hice todo como me dijiste, las vendípor trescientos pesos a pesar de que estaban tan flacas –dijo la orgullosa mujer.
-¿Y el dinero? –preguntó el granjero.
-Ah, pues no lo tengo. Pero no te preocupes, el comprador ha
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