Tal como destacan Cerro y Meloni en su informe sobre políticas de prevención y represión del delito en Argentina, para intentar caracterizar una tipología del delincuente hay que pensar al individuocomo enfrentado a un dilema de tipo shakesperiano: ser participe o no de actividades delictivas. De esta forma, el crimen se produce por una desviación en el comportamiento del individuo y sus causasdeben buscarse en factores o circunstancias sociales o familiares que provocan ese desvío. Asimismo, hay que analizar la motivación propia del delincuente ya que las personas con más propensión aldelito serán aquellas que no tienen proyectos o planes a largo plazo o no se preocupan por el futuro. Esto es así porque muchos delitos se pueden pensar como actos para obtener ganancias inmediatas ycostos de largo plazo (el costo de ser atrapado tarde o temprano). A su vez, como es alta probabilidad de que aquel que participa en el mercado del delito se involucre en hechos de violencia, losautores concluyen que sólo los individuos con una alta tolerancia hacia la violencia participarán de ese mercado.
En el anterior informe concluíamos que el mirar noticiero afecta en alguna medida lapercepción de inseguridad de los entrevistados, no generando el fenómeno pero sí incidiendo en su magnitud. Asimismo, los medios de comunicación parecieran estar creando un perfil de agresor orientando eltemor existente hacia los “sospechosos de siempre”: pobres, sectores populares y jóvenes marginados.
Existe una clara correlación entre la situación social y la decisión individual de participar oinvolucrarse en la comisión de delitos. Tanto los altos niveles de desigualdad como de desempleo generan violencia social ya que quitan identidad a las personas y las aísla socialmente desechando todaposibilidad de generar proyectos a largo plazo y encontrando en la delincuencia una forma de vida.
Al definir al agresor en una clase social, los entrevistados describieron a la mayoría de los...
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