Geografia
Si las drogas de paz y las de energía se caracterizan por una toxicidad respectivamente alta, que -salvo casos excepcionales- se corresponde con factores de toleranciarelativamente altos también, las drogas visionarias presentan rasgos por lo general muy dispares.
En su mayoría, tienen márgenes de seguridad tan actos que la literatura científica no conoce siquieradosis letal para humanos, y en su mayoría carecen de tolerancia -o la tienen tan rápida que dos o ¡res administraciones sucesivas bastan para producir insensibilización total; en otras palabras, algunaspueden consumirse la vida entera sin aumentar cantidades, y otras no producirán el más mínimo efecto psíquico sin interponer pausas de varios días en el consumo, incluso con dosis descomunales.Tampoco pueden producir cosa parecida a una dependencia física, acompañada por síndromes abstinenciales. Partiendo de las drogas examinadas hasta ahora, todo esto parece el mundo cabeza abajo.
Sinembargo, que la toxicidad y el factor de tolerancia sean cosas despreciables, o casi despreciables, no significa inocuidad en el caso de las drogas visionarias. Lo esencial en el concepto de fármaco-que se trata de sustancias venenosas y terapéuticas, no lo uno o lo otro sigue cumpliéndose aquí con rigurosa puntualidad, sólo que en un orden distinto de cosas. El peligro no es que el cuerpo dejede funcionar, por catalepsia o por sobreexcitación, sino que se hunda el entramado de suposiciones y juicios acerca de uno mismo, y que al cesar la rutina anímica irrumpa de modo irresistible el temora la demencia.
El caso se parece al de Aladino y su lámpara, que bastaba frotar para bator presento un genio todopoderoso. Ese djinn podía conceder deseos, remediar carencias y defender deenemigos; pero no toleraba ser invocado vanamente, por móviles emparentados con el aburrimiento, la hipocresía o la trivialidad. En sus formas vegetales, los fármacos visionaríos más activos han sido...
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