Geografia
La modernidad europea se había instalado en Buenos Aires y sus contenidos de raigambre urbana y portuaria se transformaban en verdadero enclave en el seno de un territorio que se modernizaba mucho más lentamente.
La ciudad detentaba entonces el monopolio de la renta aduanera, la aduana del puerto de BuenosAires aportaba a esa ciudad más del 90% de sus ingresos fiscales, que eran usurpados al resto de las provincias. Esos derechos de aduana -merced a los importantes flujos de importación de manufacturas europeas y la emisión monetaria tendiente de incrementar la plusvalía obtenida por los terratenientes- permitían considerable expansión de la fuerza de trabajo empleada en el comercio y el aparatoestatal. La red urbana preexistente –ligada al comercio con el Alto Perú- se debilito merced de la hegemonía creciente del puerto de Buenos Aires.
Otros canales de comercialización estaban vedados a las economías del interior, a excepción de los países limítrofes, y sobre aquellas se descargaban pesados derechos de transito fluvial usufructuados por Buenos Aires. Cuando las producciones del interiorarribaban a la ciudad de Buenos Aires, los elevados costos de transporte y los márgenes de comercialización de la burguesía mercantil del puerto –dominada por capitales británicos- reducían sustancialmente los ingresos reales recibidos por las oligarquías de las provincias mediterráneas. Por otra parte, la primacía del librecambio en tanto racionalidad dominante e ideología importada desdeInglaterra asfixio a las regiones del interior, reemplazando sus producciones, arrebatándole la demanda efectiva del Litoral e incluso una parcela de su propio mercado interno.
Los capitales británicos y su expansión manufacturera fueron vitales, pues, en la consolidación de esas desigualdades regionales, revelando así la primera fase de la decadencia y estancamiento de las economías del interior.Los mismos instrumentos que esas economías emplearon para revertir su decadencia se volvieron contra ellas, acelerando su caída. Las sucesivas guerras impusieron al interior –que, a diferencia de Buenos Aires, solo empleaba como medio d pago monedas metálicas de oro y plata –un brutal drenaje de reservas monetarias, agotando el dinero circulante.
Estas condiciones materiales e inmaterialesperdurarían hasta bien entrada la segunda mitad del siglo XIX inclusive, cuando la lógica del comercio libre –reservada hasta entonces solo al puerto de Buenos Aires- se tornara una realidad concreta para el país como un todo, procurando reorganizar la sociedad y el territorio nacional para el eficaz desempeño de las nuevas funciones demandadas por la división internacional del trabajo y potenciahegemónica de turno. Se imponía, pues, la modernización de la agricultura, procurando mejorar pasturas y, de ese modo, perfeccionar la crianza de ganado; la hegemonía de la ganadería ovina y la producción de lanas desplazarían progresivamente a las estancias y saladeros, reemplazando la exportación de cueros.
Integración, migraciones internacionales e inversiones británicas: el “ModeloAgroexportador” (1860-1930)
La eclosión y consolidación del proceso de Revolución Industrial en Gran Bretaña transformo los contenidos fundamentales de la división internacional del trabajo. Los espacios derivados americanos, sufrieron una profunda reestructuración de su configuración territorial y de su dinámica social. La segunda mitad del siglo XIX despuntaba como la era de la mecanización, la...
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