Gerardo Diego (Miembro de la Generación del 27)
Nació en Santander en 1896. Fue catedrático de Lengua y Literatura en Institutos de Soria, Gijón, Santander y Madrid. En 1925, obtuvo el Premio Nacional de Literatura, “ex aequo” con Alberti. Como miembro del grupo del 27, publicó una Antología en honor de Góngora. También fue importante otra Antología suya en que recogió la obra de loscomponentes de su grupo. Como profesor, dictó cursos y conferencias por todo el mundo. Desde 1947 fue miembro de la Real Academia Española. En 1979 recibió el premio Cervantes (Lo recibió a la vez, Jorge Luis Borges). Murió en 1987. No se exilió como otros poetas de su generación.
Obra
La poesía de Gerardo Diego sorprende, ante todo por su inusitada variedad de temas, de tonos y de estilos. El mismo dijo:“Yo no soy responsable de que me atraigan simultáneamente el campo y la ciudad, la tradición y el futuro; de que en encante el arte nuevo y me extasíe el antiguo; de que me vuelva loco la retórica hecha, y me torne más loco el capricho de volver a hacérmela- nueva- para mi uso particular e intransferible.”
En resumen, su obra presenta dos direcciones: la poesía de vanguardia y la poesía“clásica” o “tradicional”. Ambas modalidades han sido cultivadas paralelamente por el autor, aunque con un progresivo dominio de la segunda.
Su primer libro, El romancero de la novia, compuesto en 1918, está impregnado aún de un tono becqueriano. Pero este mismo año comienza sus experiencias vanguardistas. Gerardo Diego destaca como representante español del Creacionismo, así, en Imagen y Manual de espumas,compuestos entre 1918 y 1922, encontramos esa poesía de libre imaginación, al margen de toda lógica y de referencias precisas a la realidad inmediata. Una poesía que quiere “crear” una realidad autónoma, un mundo propio, aunque recorrido por una indudable fuerza vital, juguetona y dramática. A este tipo de poesía alude la siguiente frase del autor: “Creer lo que no vimos, dicen que es Fe; crear loque nunca veremos, esto es la Poesía”. A la misma línea vanguardista corresponde la Fábula de Equis y Zeda (1926-1929), difícil y virtuosista, que es- a la vez- un tributo al arte gongorino, y los Poemas adrede (1926-1941)
Sin embargo, por los mismos años, prosigue su obra de corte tradicional. Versos humanos (1918-1924) reúne canciones, glosas, sonetos, entre estos el espléndido “Al ciprés deSilos”. Soria (compuesto en 1922 e incrementado luego) es un libro lleno de emoción por la tierra de Castilla, e incluye el famosísimo “Romance del Duero”. De 1924 es Viacrucis, hondo ejemplo de una inspiración religiosa que singulariza al autor dentro de su generación. A esta misma inspiración se deben sus Versos divinos (iniciados en 1938 e inéditos en buena parte), entre los que sobresalen susdeliciosas imitaciones de cantarcillos populares, sus letrillas y sus glosas, dignas de un Lope de Vega. La línea “clásica” alcanza su cumbre con el libro Alondra de Verdad (1941), magnífico conjunto de sonetos.
En 1941, Gerardo Diego publicó su Primera Antología de sus versos. Gracias a ésta y otras antologías conocemos muestras de otros libros que han ido quedando inéditos. De entre lospublicados posteriormente a aquella época, podemos citar: Biografía incompleta (1953), Paisajes con figuras (1956) y La suerte o la muerte (1963); en éste último canta al mundo taurino con tonos ágiles y graciosos, o con noble gravedad.
Significación
Variedad, gracia y perfección son los atributos con que este poeta se sitúa en el grupo del 27, ejemplo como nadie de la síntesis entre tradición yrenovación. Una gran maestría técnica, un absoluto conocimiento de los recursos del verso y del lenguaje caracterizan su obra de uno u otro tipo. Con igual dominio aborda los temas ligeros y los asuntos profundos. Sabiduría y sensibilidad confieren unidad y valor a una obra tan amplia y variada como la de Gerardo Diego.
El poema de la Antología que hemos de comentar es el “Romance del Duero”,...
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