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Introducción
Yo quisiera comenzar esta nueva serie de catequesis cuaresmales por radio con un pensamiento entresacado de una de las muchas cartas que recibí el año pasado, que me atestiguaban que muchos oyentes realmente vivieron una comunión profunda en la fe entre ellos y el obispo: "Hemos tenido la percepción clara de que la palabra de Dios nos llega siempre con novedad,pero quiere un esfuerzo no indiferente de búsqueda".
Entonces podemos invocar la ayuda de Dios en la oración: "Te damos gracias, Señor, porque en este año tu Palabra quiere llegarnos con novedad y con fuerza. Haz que seamos capaces del esfuerzo no indiferente de búsqueda, que comenzamos hoy".
Ante todo deseo explicar brevemente el tema que nos hemos propuesto: Las virtudes del cristiano quevigila. ¿Qué sentido tiene hablar de las virtudes? ¿Qué significa decir: las virtudes del cristiano que vigila?
"La virtud es una disposición habitual y firme a hacer el bien. Ella permite a la persona, no sólo realizar actos buenos, sino dar lo mejor de sí misma. Con todas sus energías sensibles y espirituales la persona virtuosa tiende al bien; lo busca y opta por él con acciones concretas"(Catecismo de la Iglesia católica, n. 1.803).
Con el término "virtud" entonces queremos indicar actitudes habituales, no ocasionales, que en su conjunto describen una imagen de hombre o de mujer reunidos por Jesús que actúan con eficacia en la historia.
Sería prolijo narrar la historia de este término, pero es interesante anotar que no aparece casi nunca en el Antiguo Testamento hebreo. La palabravirtud viene del mundo griego. En efecto, la encontramos en esos libros de la Biblia que fueron escritos en griego, como por ejemplo el libro de la Sabiduría: "Si uno ama la justicia, las virtudes son el fruto de sus fatigas. Ella enseña la templanza y la prudencia, la justicia y la fortaleza" (Sb 8, 7). Es la única vez que se mencionan las cuatro virtudes cardinales en las Sagradas Escrituras, y sonvirtudes que Platón y Aristóteles habían hecho celebérrimas porque indican una visión armónica de todas las cualidades humanas, la visión del hombre ideal, según la mentalidad filosófica de los griegos.
Nosotros reflexionaremos sobre las virtudes cardinales como actitudes fundamentales que definen un proyecto cristiano de hombre y de mujer; ellas, a partir, sobre todo, de San Ambrosio y luego deSan Agustín y de Santo Tomás, delinean a la persona que obra conforme al Evangelio. Pero, junto con estas cuatro virtudes que también se llaman humanas, consideraremos también las virtudes denominadas sobrenaturales, divinas: fe, esperanza y caridad. Todas las siete juntas nos dan la figura perfecta del hombre santificado por Jesucristo, del hombre plenamente redimido.
La expresión "virtudes delcristiano que vigila" recuerda, un poco extrínsecamente, el programa pastoral que se propone en la Carta Estoy a la Puerta, que se dedica a la vigilancia. Pero no se trata de un hecho ocasional. Nosotros consideramos esas siete virtudes propias del cristiano vigilante, porque la plenitud humana a la cual tienden es la que cada uno de nosotros alcanzará en la eternidad de Dios, en la resurrecciónde la carne, en la visión beatífica, donde nuestras capacidades tendrán una expansión completa.
Todas las virtudes que practicamos sobre la tierra son una tensión hacia la eternidad: aquí vigilamos en la espera de que el Señor nos colme de sus dones y comenzamos a vivir esas actitudes de fe, esperanza, caridad, de prudencia, justicia, fortaleza y templanza que representan el anticipo de la vidafutura. Por eso, sobre la tierra, las virtudes están en camino, en progreso, en crecimiento hacia la plenitud de la visión beatífica y, cuando verificamos que están presentes en nosotros, nos advierten que nos hallamos en el camino acertado hacia la Patria Eterna.
Comprendemos entonces que una reflexión sobre las virtudes no nos ayuda simplemente a profundizar nuestro conocimiento catequético o...
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