Germancho

La venganza.

Carlos hoy cumpliría 80años, ya no disfrutaba de la compañía de su difunta esposa, pero si disfrutaba sentarse en su banquito de tres patas, bajo el alerón, llueva o truene a matear y recordar.
Todos se preguntaban ¿estará recordando? Y se acercaban, porque sabían que si alguien lo escuchaba, él empezaba a contar historias de sus campos, su vida, sus peones y hasta sus animales.Todos, menos su hijo Orlando, un hombre menudo con ojos de pedernal, que podía convertir el cuerpo más robusto en pura gelatina.
Por lo general, a la hora del mate, siempre se lo veía en el corral variando algún caballo, mascando chicles, con el facón sobresaliendo de la bombacha.
También a Matías, hijo de Orlando, de 6 años y a Jack, un doberman negro de tres años que jugaba con el niño fueradel corral.
Eran los únicos tres que no escuchaban lo que Don Carlos contaba, mientras Julio cebaba mate.
El viejo Carlos Scatorccio contó historias extraordinarias o simples hechos de vida, que a la gente le agradaba oír. La que nos contó un día a los cuatro peones que mateábamos a su alrededor, como dolientes en un entierro, era la que más le agrado, o la que más lo conmovió de joven. Ya quecientos de veces me la ha contado, por lo cual, hoy yo se las cuento a ustedes:

Esto sucedió en 25 de Mayo, cuando Don Carlos Scatorccio, único hijo, heredó los campos que fueran de su padre, por entonces tenia 18 años.
Debido a las grandes sequías del año 1941 las cosechas eran muy malas, al igual que las pasturas y la poca vegetación, tal como cardos secos, utilizada para la alimentación dela hacienda no alcanzaba, por lo cual una vez por semana, había que llevar unos veinte animales al matadero del pueblo, para poder pagarle a fin de mes a la peonada y reducir el numero de cabezas. Veinte animales era el tope propuesto por la Sociedad Ganadera, ya que todos estaban en las mismas condiciones. Condiciones establecidas por Dios, para muchos que no paraban de pedirle agua. Para otrotanto la sequía era un trabajo de Hades o de algún otro brujo de los tantos que había esparcidos por ahí. Los cuales utilizaban sus poderes más de una vez para divertirse a costilla de los atemorizados campesinos, que luego actuaban como lunáticos.
Pero dado a que Hades había sido echado como un perro, de varios lugares por ese motivo y su único paraje era un monte a unas dos leguas de laestancia, era el principal sospechoso. Nadie conocía su rostro y nadie nunca se animo a echarlo de un lugar con no menos de seis guapos. No por que fuese malo, sino porque se dice que el hombre era eterno y podía hacer aparecer muertos, fantasmas, caballos voladores y todo tipo de cosas, que a unos los paralizaba y a otros les mojaba las bombachas, como si fuesen niños. Él más guapo de todos fue José, unpeón suyo que falleció de cirrosis. Al igual que Don Carlos, él no creía en brujerías.
Tenían que llevar las veinte cabezas, como antes mencione, pero no podía llevarlas un hombre solo, entonces José reunió a los que él creía, serian más útiles para el trabajo.

El miércoles 12, los animales estaban encerrados en el corral, listos para ir al matadero al Día siguiente. Día en que todo secomplico. Debido a que Pedro, uno de los elegidos, sintió aullidos, gemidos, piedras en el techo y hasta a su abuela muerta, preparando unas tortas fritas a las tres de la mañana.
Raúl, el otro elegido, luego de abandonar la pulpería, seguramente con algunas copas de más, afirmó que la legua que había de su rancho a la pulpería, había sido acompañado por un perro blanco del tamaño de su tordillo yque al llegar a la tranquera del rancho, a unos cien metros del mismo, el mastín se elevo por el cielo, cómo tirado por una cuerda invisible hasta desaparecer. Pero ahí, no terminaba, encontró a su mujer en la cama con su antiguo novio, novio al cual Raúl había matado por pedante, pegándole un tiro en la frente. Y al mismo perro gigante fumando un armado a los pies de la cama con las patas...