Gestion publica

CUALIFICACIONES Y TAREAS EN LAS ADMINISTRACIONES PÚBLICAS DEL SIGLO XXI Francisco Longo Instituto de Dirección y Gestión Pública de ESADE

El objeto de estas reflexiones es explorar en qué medida y con qué significado las tendencias que apuntan en el entorno de las administraciones públicas contemporáneas están implicando cambios significativos que afectan a la estructura de las tareas, y,consiguientemente, a los requerimientos de preparación de las personas. Dada la necesaria brevedad de la colaboración que se nos pide, intentaremos estructurarla en torno a ocho proposiciones, cuyo enunciado contiene las ideas básicas que el tema nos suscita, y que procuraremos desarrollar

esquemáticamente.

1. Desde el punto de vista cuantitativo, las cualificaciones relacionadas con laprestación de servicios a las personas tienen, y seguirán teniendo, un peso ampliamente mayoritario. La Administración pública de nuestros días es ya, en su composición, una realidad muy distinta de aquélla que la identifica con el cliché del funcionario de oficina y ventanilla. Una gran mayoría del personal público desempeña

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actividades relacionadas con la prestación de servicios y, dentro deéstos, con aquéllos que tienen a las personas como destinatarios directos. La Educación y la Sanidad son, con diferencia, los sectores que ocupan a un número mayor de empleados públicos, pero, en términos dinámicos, esto es, si analizamos la evolución de las plantillas, su peso relativo tiende a ir creciendo aún más. Ello hace que los sectores burocráticos tradicionales de la Administraciónrepresenten ya, cuantitativamente hablando, una porción muy minoritaria de los servicios públicos. Precisamente, una de las disfunciones globales de nuestro modelo de gestión pública de las personas es la desproporción entre este peso minoritario de la burocracia tradicional en lo cuantitativo, y su todavía enorme influencia en la configuración de las prácticas de personal. Uno de los desafíos del futuroserá, precisamente, la corrección de esos desequilibrios. Por poner un solo ejemplo: el peso hegemónico del ascenso jerárquico en el diseño de los sistemas de carrera de los funcionarios responde al mantenimiento de una lógica burocrática que entra en colisión con las pautas deseables en los servicios profesionales, mayoritarios, como hemos visto. En éstos, las carreras horizontales o en el puesto,basadas en el reconocimiento del desarrollo de competencias y la excelencia profesional, deberán ir abriéndose paso. Por una parte, para conseguir la simplificación de estructuras frecuentemente sobredimensionadas con niveles jerárquicos innecesarios; por

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otra, para incorporar los adecuados estímulos al aprendizaje y cualificación permanente de las personas, imprescindibles en lossectores de los que hablamos.

2. El peso proporcional del trabajo altamente cualificado en las plantillas públicas tenderá a crecer en los próximos años. En la Administración General del Estado, un 55 por ciento de la Oferta de Empleo de 2001 son plazas que requieren titulación universitaria, de las que el 62 por ciento exigen estudios superiores. Estas proporciones son

manifestaciones, todavíabastante modestas, de una tendencia que no hará sino acentuarse previsiblemente en los próximos años. Por una parte, los servicios públicos de la sociedad del conocimiento acentúan los requerimientos de cualificación de sus prestadores. Una porción cada vez mayor del trabajo que es necesario realizar requiere la posesión de conocimientos y habilidades que se sitúan en el segmento superior de laescala de acreditaciones académicas. Un estudio trimestral sobre la convergencia laboral de España con la UE, que dirige el profesor Josep Mª Oliver de la Universidad Autónoma de Barcelona, pone de manifiesto que, entre 1986 y 2000, el mercado de trabajo de licenciados y doctores casi se ha triplicado en España, pasando de 514.259 ocupados, a 1.487.012. Áreas de actividad para las que antes era...