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serán dispersadas. 28 Pero después que haya resucitado, iré delante de vosotros a Galilea.
29 Entonces Pedro le dijo: Aunque todos se escandalicen, yo no. 30 Y le dijo Jesús: De cierto te
digo que tú, hoy, en esta noche, antes que el gallo haya cantado dos veces, me negarás tres veces.
31 Mas élcon mayor insistencia decía: Si me fuere necesario morir contigo, no te negaré.
También todos decían lo mismo.
Jesús ora en Getsemaní
(Mt. 26.36-46; Lc. 22.39-46)
32 Vinieron, pues, a un lugar que se llama Getsemaní, y dijo a sus discípulos: Sentaos aquí, entre
tanto que yo oro. 33 Y tomó consigo a Pedro, a Jacobo y a Juan, y comenzó a entristecerse y a
angustiarse. 34 Y les dijo: Mi almaestá muy triste, hasta la muerte; quedaos aquí y velad.
35 Yéndose un poco adelante, se postró en tierra, y oró que si fuese posible, pasase de él aquella
hora. 36 Y decía: Abba, Padre, todas las cosas son posibles para ti; aparta de mí esta copa; mas no
lo que yo quiero, sino lo que tú. 37 Vino luego y los halló durmiendo; y dijo a Pedro: Simón,
¿duermes? ¿No has podido velar una hora? 38Velad y orad, para que no entréis en tentación; el
espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil. 39 Otra vez fue y oró, diciendo las
mismas palabras. 40 Al volver, otra vez los halló durmiendo, porque los ojos de ellos estaban
cargados de sueño; y no sabían qué responderle. 41 Vino la tercera vez, y les dijo: Dormid ya, y
descansad. Basta, la hora ha venido; he aquí, el Hijodel Hombre es entregado en manos de los
pecadores. 42 Levantaos, vamos; he aquí, se acerca el que me entrega.
Arresto de Jesús
(Mt. 26.47-56; Lc. 22.47-53; Jn. 18.2-11)
43 Luego, hablando él aún, vino Judas, que era uno de los doce, y con él mucha gente con espadas
y palos, de parte de los principales sacerdotes y de los escribas y de los ancianos. 44 Y el que le
entregaba les habíadado señal, diciendo: Al que yo besare, ése es; prendedle, y llevadle con
seguridad. 45 Y cuando vino, se acercó luego a él, y le dijo: Maestro, Maestro. Y le besó.
46 Entonces ellos le echaron mano, y le prendieron. 47 Pero uno de los que estaban allí, sacando
la espada, hirió al siervo del sumo sacerdote, cortándole la oreja. 48 Y respondiendo Jesús, les
dijo: ¿Como contra un ladrón habéissalido con espadas y con palos para prenderme? 49 Cada día
estaba con vosotros enseñando en el templo, y no me prendisteis; pero es así, para que se
cumplan las Escrituras. 50 Entonces todos los discípulos, dejándole, huyeron.
El joven que huyóSanta Biblia – Versión Reina Valera 1960
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51 Pero cierto joven le seguía, cubierto el cuerpo con una sábana; y leprendieron; 52 mas él,
dejando la sábana, huyó desnudo.
Jesús ante el concilio
(Mt. 26.57-68; Lc. 22.54-55, 63-71; Jn. 18.12-14, 19-24)
53 Trajeron, pues, a Jesús al sumo sacerdote; y se reunieron todos los principales sacerdotes y los
ancianos y los escribas. 54 Y Pedro le siguió de lejos hasta dentro del patio del sumo sacerdote; y
estaba sentado con los alguaciles, calentándose al fuego. 55Y los principales sacerdotes y todo el
concilio buscaban testimonio contra Jesús, para entregarle a la muerte; pero no lo hallaban.
56 Porque muchos decían falso testimonio contra él, mas sus testimonios no concordaban.
57 Entonces levantándose unos, dieron falso testimonio contra él, diciendo: 58 Nosotros le hemos
oído decir: Yo derribaré este templo hecho a mano, y en tres días edificaréotro hecho sin mano.
59 Pero ni aun así concordaban en el testimonio. 60 Entonces el sumo sacerdote, levantándose en
medio, preguntó a Jesús, diciendo: ¿No respondes nada? ¿Qué testifican éstos contra ti? 61 Mas él
callaba, y nada respondía. El sumo sacerdote le volvió a preguntar, y le dijo: ¿Eres tú el Cristo, el
Hijo del Bendito? 62 Y Jesús le dijo: Yo soy; y veréis al Hijo del Hombre...
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