GestionPedagogica

Gestión Escolar

Los usos de EXCALE para la mejora educativa

La gestión pedagógica de la escuela
para pensar la evaluación
Justa Ezpeleta

Investigadora del DIE-CINVESTAV

1. A

l igual que en otros países las evaluaciones
a gran escala han tenido diversas
repercusiones en la opinión pública, en los medios
educativos y particularmente en el magisterio. La
preocupación por los resultados quearrojan las
pruebas ha motivado a un sector de maestros a
reflexionar sobre su propio quehacer y a proyectar su
desarrollo profesional dentro de la escuela.
Las propuestas reunidas en esta sección, acreedoras de
reconocimiento en la convocatoria del INEE, abren un
abanico de posibilidades para buscar la mejora educativa
desde intereses, experiencias y contextos diversos.
Profesores de primaria,secundaria, o telesecundaria,
en forma individual, por parejas o como colectivos
escolares, son los autores de esas iniciativas.
Ampliar y enriquecer las formas habituales de evaluar
constituye el interés principal y común de ese
conjunto de proyectos cuyos desarrollos particulares
coinciden en la meta de producir reactivos para
evaluar a los estudiantes. Sin embargo, los enfoques
y las estrategiaspara llevarlos a cabo se diversifican.
Algunos otorgan especial importancia a los procesos o
resultados del aprendizaje como referencias centrales
para pensar en la evaluación, otros ponen el acento
en la enseñanza, en sus prácticas o en la formación
docente continua. A la vez, todos proponen trabajar
con contenidos curriculares básicos -el desarrollo
de competencias comunicativas o la resoluciónde problemas matemáticos- y algunos destacan la
oportunidad de interactuar con el Explorador de
Excale para incorporar el uso de las tecnologías a los
saberes docentes.
2. Un segundo elemento común a las propuestas
-que justifica el presente apartado sobre la gestión
pedagógica de la escuela- se refiere a la necesidad
de contar con el trabajo colegiado de los profesores.

Dos fuentes de razonessustentan esa aspiración.
Una proviene de comprender el carácter continuo y
acumulativo de la experiencia escolar de los niños, con
su contraparte institucional que remite a la articulación
de la enseñanza entre los grados que conforman un
ciclo escolar. Se reconoce que la ausencia o debilidad
de criterios docentes compartidos sobre el proyecto
curricular fisura, desde la propia escuela, la unidaddel
proyecto formativo del nivel.
La otra línea de razones que reivindica el papel del
colegiado, expresa la necesidad profesional de los
maestros de fortalecer su desempeño, al advertir
inercias infiltradas en su propio quehacer. El interés
por compartir criterios sobre la enseñanza, sus
contenidos y el aprendizaje, aparece además como una
demanda de contención, respaldo y acompañamiento
en laempresa de renovar y ensayar concepciones y
prácticas nuevas.
Por su parte, la investigación que se ha ocupado del
trabajo colegiado ha mostrado que en los procesos
dirigidos a modificar las prácticas docentes es muy
difícil para los profesores desaprender y reaprender
en soledad. Al mismo tiempo, ha señalado que la
experimentación de nuevas formas de trabajo en tanto
sea proyectada y revisadaentre colegas, refuerza la
convicción de realizarla y sostiene su impulso duradero.
Cuestiones, éstas últimas, que no son menores
cuando hablamos de personas concretas en escuelas
concretas que, además, son lugares de trabajo. Por
esto mismo, pensando en agregar previsiones a la hora
de desarrollar las propuestas, tiene sentido recordar
algunos rasgos de la experiencia reciente en el intento
deconstruir los colegiados.
3. Desde hace quince años el discurso de las reformas
en el nivel básico ha difundido la noción de trabajo
colegiado centrado en la dimensión curricular; ha



Gestión Escolar
destacado sus fundamentos teóricos e insistido en su
puesta en práctica. Sin embargo, puede decirse que fue
en la última década cuando lenta y parcialmente algunos
asuntos pedagógicos comenzaron a...